Este título nos da pistas del marco en el que se desarrollarán estas Jornadas. Entre la creencia y la "increencia" apenas las puertas del templo. El atrio, un lugar para el diálogo, un lugar para el encuentro, un lugar para hablar de las “cosas de Dios” aun sin conocerlo, un lugar donde los no-creyentes y los creyentes, puedan crear un puente de apertura y de encuentro entre todos los que aceptan el diálogo.

El hecho de que haya personas que se consideran agnósticas, pero están cerca de nuestro corazón como creyentes, nos debe cuestionar de qué forma podemos mostrarles lo bella que es nuestra fe. Hacerles saber que no importa que no crean en Dios, porque Dios sí cree en ellos.

Grandes profesionales dedicados a la enseñanza desde la orientación educativa, la dirección de un colegio o institución, profesionales de las artes plásticas, cantautores y obispos, nos van a dar claves para, en ese diálogo, hacer atrayente nuestra fe y provocar en los demás el deseo no solo de conocerla sino de hacerla forma de vida.

Hacer saber a los gentiles que Dios es Padre de todos, Padre Nuestro y por lo tanto todos hermanos.