La apertura del curso académico 2024-25 comenzó con la celebración de la Eucaristía, a las 18.00 horas, en la iglesia de Santiago Apóstol, en calle Granada, para continuar, a las 19.15 horas, con el acto académico en el Centro de Estudios Teológicos San Pablo. 

La secretaria, Elena López Abelaira, hizo la lectura de la Memoria del curso 2023-2024, a la que siguió la lección inaugural por parte del Dr. en Teología Moral Juan Manuel Ortiz Palomo, quien habló sobre "La familia, esperanza de la sociedad y de la Iglesia. Apuntes de presente y de futuro sobre moral familiar".

Después tuvo lugar la ceremonia de entrega de títulos a los alumnos que han concluido sus estudios en el Centro Superior de Estudios Teológicos San Pablo, el Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Pablo y la Escuela Teológica San Manuel González. 

El acto continuó con las palabras de los directores del Centro Superior de Estudios Teológicos San Pablo, Pedro Leiva, y de la Escuela teológica San Manuel González, José Emilio Cabra; y las palabras del decano de la Facultad de Teología de la Universidad Loyola Andalucía, Ignacio Rojas O.SS.T.; para concluir con la inauguración oficial del curso 2024-25 por parte del Sr. Obispo, D. Jesús Catalá. 

En palabras de Juan Manuel Ortiz Palomo, «ha sido una sorpresa que este año se haya acordado de mí la dirección del Centro de Estudios Teológicos San Pablo para que sea el autor de la lección inaugural. Uno sabe que, antes o después, le tocará compartir con los alumnos esa primera clase del curso, como han ido haciendo todos los profesores del Centro, tras presentar la tesis doctoral, y ha llegado el momento».

«Es una alegría - prosigue- porque el comienzo de curso supone comenzar una nueva etapa y eso siempre es una alegría. En mi caso, además, lo comenzamos de la mano de la familia, en clave de esperanza, y nos vamos acercando, poco a poco al Jubileo de 2025, el de la esperanza. Yo creo que la esperanza es uno de los elementos que, desde la fe cristiana y la fe en Jesucristo, más tenemos que resaltar: cómo el Señor nos sigue amando y nos sigue impulsando a seguir adelante. Así que, espero que este pequeño esfuerzo sirva para iluminar la vida y el trabajo de los que formamos parte de los Centros Teológicos de nuestra diócesis». 

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