NoticiaMedalla Pro-Ecclesia Malacitana Antonio Baena: «Ser parte de la parroquia es para mí la felicidad plena en el servicio» Publicado: 13/11/2023: 5488 Medalla Pro Ecclesia Malacitana Antonio Baena Álvarez vive en la barriada malagueña de Intelhorce y ha recibido recientemente la Medalla Pro Ecclesia Malacitana «por su gran generosidad y por su entrega dedicada a la parroquia de la Visitación de Nuestra Señora», en la celebración del 50 aniversario de la parroquia. ¡Toda una sorpresa para usted! Yo creo que era el único del barrio que no lo sabía. Me extrañó ver en el templo a uno de mis hijos, Juan Esteban, que vive en San Pedro de Alcántara, con su esposa y sus dos hijos, pero pensé “habrán venido el domingo por aquí y han querido venir a Misa a su barrio”. Está claro que el párroco, José Manuel Bacallado, consiguió que todo fuese una sorpresa muy emocionante porque me sentí muy querido por la gente, por mis vecinos, por la familia… fue un momento de felicidad intensa. Uno nunca hace nada pensando en que te lo premien, sino pensando en la satisfacción que nos dice el pasaje de los talentos: que cada uno tenemos unos talentos para ponerlos al servicio. Mi esposa, que en paz descanse, lo tenía claro desde el principio. No le importaba dónde viviéramos, pero sí que tuviéramos una parroquia y un colegio para nuestra familia. × ¿Desde cuándo es parte de la parroquia? Desde el año 75, que empezamos a dar cursillos prematrimoniales y prebautismales mi esposa y yo y, desde entonces, hemos estado siempre implicados, en lo que ha hecho falta. La parroquia me ha dado muchos momentos de felicidad y de satisfacción. Es una alegría cuando llegan a la parroquia parejas a las que les dimos el cursillo prematrimonial para preparar la boda de sus hijos. Trabajar en la parroquia es la felicidad plena en el servicio porque Dios paga siempre. ¿Cuál es su acción de gracias a Dios? Todas las noches le doy gracias a Dios por toda mi vida. Muchas veces te dicen hay que darle gracias a Dios por el día de hoy pero yo le doy gracias por el día de hoy y por toda mi vida. Cuando analizo mi vida, veo con claridad que, Dios ha intervenido siempre y siempre me ha puesto en el camino correcto. Cuando estaba más perdido, llegaron los Misioneros Claretianos a estos barrios; cuando de nuevo estaba muy perdido, me puso en el camino a la que luego fue mi esposa, María Dolores, que me salvó… y así se ha hecho presente Dios en mi vida. Por eso, yo le doy gracias a Dios por toda mi vida, por toda la gente que ha puesto cerca de mí para ir enseñándome. Si tuviera que definir su parroquia en pocas palabras, ¿qué diría? Que para mí, la parroquia ha sido la tabla de salvación frente a las circunstancias de la vida, me da la vida. Y eso lo tienen muy claro mis tres hijos: Antonio, Juan Esteban y Santiago, si no me encuentran, saben que estoy en la parroquia.