El mundo de la moda, distanciado de la necesaria fascinación o inaccesibilidad, es un mundo de curritos, de trabajo en equipo y de muchas horas de labor. Basta darse una vuelta por los talleres. También el de Segado. Eso sí, finalmente, con una puesta en escena hechizante.

Por eso, la colección de Jesús, interrumpida por la pandemia y el fallecimiento de su marido, ha deslumbrado por su sensibilidad y ha sido una muestra más de cómo el trabajo artesanal es terapéutico también en su presentación envolvente. El poema Tras de un amoroso lance, de Juan de la Cruz, interpretado magistralmente por la andaluza Estrella Morente y el compositor británico Michael Nyman, fue bellísima cama musical para envolver, en la presentación, unas creaciones ágiles, serenas, elegantes. Vestidos de alta costura artesanal que aúnan tradición y modernidad. Un trabajo hecho a mano que supone una conquista tras difíciles momentos. Recordemos que la belleza es terapéutica y que quien tenga la oportunidad de ir a un desfile de moda descubrirá cómo es oasis estético. Necesitamos de lo bello. Y de espacios nuevos, recuperados en la ciudad. Lugares que otorguen nuevas categorías a las prendas elaboradas en los ateliers; que las democraticen y acerquen al gran público para salvar del abatimiento en el que algunos andan inmersos.