DiócesisLectio Divina

Lectio Divina con el evangelio del Domingo de la Ascensión del Señor

Somos testigos de un encuentro con Jesús. ¡Anunciémoslo! · Autor: FANO
Publicado: 05/05/2016: 11905

Emilio López Navas, profesor de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga y párroco de Arroyo de la Miel, ofrece esta Lectio Divina con el evangelio del Domingo de la Ascensión del Señor.

Y, levantando sus manos, los bendijo

Lectura (Lectio)
El texto de nuestra Lectio de este domingo es la conclusión del evangelio de Lucas. En la segunda parte de su obra, el libro de los Hechos, vuelve a narrar el acontecimiento de la Ascensión (la
primera lectura de la Liturgia de este domingo). Es un texto breve, así que leámoslo con detenimiento.

Meditación (Meditatio)
Después de aparecerse en diversas ocasiones a los discípulos, Jesús emprende la última fase de
su viaje. Desde que tomó la “firme determinación de subir a Jerusalén”, el Señor, junto con sus
discípulos, ha emprendido una peregrinación cuya última etapa terrena se sitúa en la ciudad santa.
Sin embargo, aunque Jesús desde allí pase al Padre, su mensaje no se detiene. En su nombre, es decir, actuando con su autoridad y bajo su mandato, la enseñanza de conversión que el Maestro trajo ha de irradiar desde Jerusalén hasta los confines de la tierra. Los apóstoles son los testigos, es decir, los que reciben el mandato y los que tienen que hacer que esto sea cierto: que la palabra de Jesús llegue a todos los pueblos. Sin nombrarlo, Jesús emplaza a los discípulos a esperar la venida del Espíritu Santo, prometido por el padre y categorizado como “fuerza de lo alto”. La experiencia de Pentecostés abrirá una nueva etapa en la comunidad naciente, pero hasta entonces han de continuar unidos en la oración (así los sorprenderá el Espíritu; Hch 2). La narración del hecho de la Ascensión es breve pero rica. En primer término nos señala una ciudad, Betania, lugar del descanso y de
la amistad. Después nos describe la actitud de Jesús: levantando las manos, signo de oración, los
bendijo, es decir, los llenó de fuerza y de poder para cumplir la misión que poco ha les había encargado. Su vuelta a Jerusalén después de la despedida, llenos de alegría, señala que lo ocurrido no es una despedida.

Oración (Oratio)
Aprovecha ahora para pedirle al Señor que envíe su Espíritu, o que te prepare interiormente para recibirlo. Agradécele que no nos dejara huérfanos; pídele perdón por las veces que no colaboras con la misión de extender su Reino… Habla con Él. 

Contemplación (Contemplatio)
Ellos se postraron ante Él. Esta dimensión de adoración y contemplación ha de recorrer también toda la oración de hoy. En este momento, quédate por unos instantes en completo silencio, reconociendo que todo viene de Él.

Compromiso (Actio)
¿Cómo puedo llevar a la vida todo lo que hasta ahora ha tocado mi corazón? Esta es la pregunta que hay que responder en este último escalón. Cada cual sabe qué es lo que Dios le ha mostrado, qué
cuerdas de su vida personal hay que afinar con el diapasón del Espíritu. Atrévete a ser su testigo.

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
Más artículos de: Lectio Divina
Compartir artículo