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Lectio Divina con el evangelio del Domingo V de Cuaresma

Hoy es el Día de tu liberación. Domingo V de Cuaresma, 13 de marzo de 2016 · Autor: FANO
Publicado: 10/03/2016: 3192

Emilio López Navas, profesor de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga y párroco de Arroyo de la Miel, ofrece esta Lectio Divina con el evangelio del Domingo V de Cuaresma.

Lectura (Lectio)
En este Año de la Misericordia, la escena que nos presenta el evangelio adquiere, por así decirlo, una fuerza aún mayor. No te dejes llevar por lo que ya sabes sobre este fragmento, vuelve a leerlo con tranquilidad, para que cale en ti. Fíjate en los detalles, anota las expresiones que te llamen la atención… haz una lectura profunda.

Meditación (Meditatio)
El monte de los Olivos es el lugar de descanso de Jesús, desde allí, simplemente cruzando el torrente Cedrón podía entrar en el Templo y ejercer su ministerio de enseñanza. Mucha gente (todo el pueblo, dice exageradamente el texto) se beneficiaba de sus palabras; el Señor ya es conocido y todos quieren seguir oyendo lo que tiene que decirles. El detalle de que se sentara califica a Jesús de Maestro, puesto que esa era la postura en la que se enseñaba en la antigüedad. No sorprende, entonces, que los fariseos y letrados se dirijan a Jesús con ese apelativo, aunque también tiene un matiz de burla, puesto que quieren utilizar lo que diga en su contra. Sorprende la actitud de calma de Jesús, escribiendo con el dedo en el suelo. La intervención de Jesús cambia la perspectiva del juicio que ya habían hecho los que presentaron a la mujer. En lugar de poner la ley por encima de la vida de la mujer, Jesús hace hincapié en lo que la ley exige para todos. La multitud se escabulle, la masa se diluye porque ha escuchado como el Señor los “individualizaba”. La siguiente conversación entre Jesús y la mujer hace brillar la misericordia de Dios: tampoco yo te condeno. Así también se dirige a nosotros. Al mismo tiempo, sin embargo, recuerda la necesidad de la conversión: en adelante, no peques más. Así también tenemos que sentir el amor de Dios y responder con un cambio de vida.

Oración (Oratio)
Misericordia, Señor, por tu bondad. Así comienza el Salmo 50 (51), un salmo de arrepentimiento. La oración de hoy puede arrancar de un reconocimiento de nuestros pecados, pero también ha de recoger una actitud de agradecimiento por su gran misericordia. Habla con Él, que está tranquilamente escribiendo en el suelo de tu corazón.

Contemplación (Contemplatio)
Sabemos que este paso es complicado, pero no podemos dejar de hacerlo. Hoy podemos dejarnos en las manos misericordiosas del Señor, gozarnos en su presencia y quedarnos así, viviendo en su regazo. El amor hará el resto.

Compromiso (Actio)
En este paso, como hemos dicho una y otra vez, se trata de concretar y dar vida a todo lo vivido y experimentado en este tiempo de oración. Cada cual debe saber qué le ha dicho el Señor y cuál debe ser su respuesta. Como siempre, se debe tratar de un compromiso sencillo, pero que nos ayude a cambiar, a mejorar nuestra vida. Hoy pueden servirte como sugerencia alguna de las obras de misericordia.

Diócesis Málaga

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