NoticiaMisión diocesana

De Venezuela a Tierra Santa

Publicado: 15/10/2013: 5114

Un grupo de 45 personas, hombres, mujeres y niños de Caicara del Orinoco (Venezuela) han peregrinado a Tierra Santa en el transcurso de un viaje cuya última etapa les trajo hasta Málaga, la ciudad vinculada al equipo de sacerdotes que desde hace años se encuentran en su tierra en misión evangelizadora.

Para los peregrinos, ésta ha sido una “experiencia inolvidable” con la que han celebrado intensamente el Año de la Fe. Muchos de ellos salían de su pueblo por vez primera. Algunos, hicieron un gran esfuerzo económico para poder hacer realidad el sueño de este peregrinaje. La idea de este peregrinaje partió del equipo de misioneros de la Diócesis de Málaga que se encuentra actualmente en Caicara del Orinoco, en el municipio autónomo ‘Manuel Cedeño’, en el Estado Bolívar de Venezuela. Los sacerdotes Juan Manuel Barreiro, Juan de Jesús Báez, y Manuel Lozano pensaron que sus feligreses podrían encontrar en este viaje una experiencia espiritua única. La propuesta fue acogida con una tremenda ilusión por parte de los fieles de este pueblo venezolano que se sumaron a la iniciativa.

Los organizadores tuvieron que superar varios obstáculos a la hora de gestionar el viaje, principalmente la obtención de los visados de lsrael. Tampoco fue fácil solventar el apartado económico, para que todos los peregrinos pudieran completar la suma necesaria para conseguir los pasajes del avión. Pero el esfuerzo, y las ganas colectivas, dieron sus frutos. Y el día 1 de octubre esta gran familia de peregrinos cumplía su sueño y embarcaba desde Caracas en un vuelo rumbo a Tel Aviv, previa escala en Madrid.

Los peregrinos se hospedaron en Tiberíades tras su llegada a Galilea. Conocieron el Mar Muerto, Qumrán y Jerusalén, donde visitaron el Monte Sión, Betania y Ein Karem, entre otros lugares santos. En total, pasaron ocho días en Israel antes de emprender la segunda etapa del viaje que les traería hasta Málaga, la tierra vinculada a sus sacerdotes-misioneros.

El grupo permaneció dos días en la capital malagueña, visitando iglesias y monumentos y recorriendo sus calles al abrigo de un apacible sol otoñal.


UNA PEREGRINACIÓN “DE GRATITUD”

Juan de Jesús Báez, sacerdote de la Misión Diocesana de Málaga en Caicara del Orinoco, ha acompañado a sus feligreses en la peregrinación, al igual que su compañero Juan Manuel Barreiro. En la Catedral de Málaga, en la que Juan de Jesús se ordenó sacerdote hace 15 años, nos explica lo que este peregrinaje diocesano ha supuesto para él: «Es una peregrinación de gratitud, en la que damos las gracias profundamente a todos los malagueños que hacen posible que nosotros como sacerdotes podamos estar trabajando en esa zona tan olvidada y abandonada de Venezuela».

Juan de Jesús detalla con orgullo la ilusión con la que su comunidad ha realizado este viaje. «Muchos de ellos han hecho grandes esfuerzos económicos para poder venir: una de las mujeres ha vendido su vaca, otra sus empanadas y otros, algunos recuerdos…todo, para hacer el viaje de su vida. Muchos de ellos se han montado por primera vez en un avión, y es la primera vez que salen de su país y de su pueblo».


SIN CARRETERAS, LUZ NI AGUA

Juan de Jesús recuerda que las condiciones de vida no son fáciles en Caicara del Orinoco, especialmente para muchas comunidades indígenas que carecen de los recursos más básicos:  «Es un territorio de 45.000 kilómetros cuadrados donde hay población que no tiene ni carreteras, ni luz, ni agua potable, ni templos…», dice Juan de Jesús. Son, precisamente, estas carencias tan acuciantes las que trata de solventar el equipo de misioneros de la Diócesis de Málaga. «Gracias al apoyo de Málaga, de sus ciudadanos, de sus cofradías y hermandades, se han creado escuelas, construido puentes y se ha puesto agua potable; también hemos creado fundaciones para la atención de la mujer y varias escuelas». La última fundación que se ha creado al amparo de esta misión es la llamada “Camino de Sueños”, destinada a 185 niños con necesidades especiales que están recibiendo terapias y rehabilitación de forma gratuita.


 

Autor: Ana Oñate

Más noticias de: Misión diocesana