Luces, globos y sonrisas llenaron el interior de la carpa durante la celebración del sacramento. «El circo es nuestro hogar y el bautizo un motivo importante de reunión para todos. Nos sentimos muy orgullosos. Son la sexta generación de este circo. Mis tres hijos han recibido el bautizo bajo esta carpa» comenta David Elis Cinta, empleado del circo y padre de uno de los niños. Hablamos de un estilo de vida, donde Dios está cerca de forma cotidiana. Este bautizo se centra en la tradición y la unión familiar. Esto tiene que ver con la educación y los valores que reciben las familias.

El colegio del circo

Los niños estudian todas las mañanas en el Colegio del Circo, subvencionado por el Ministerio de Educación. «Estas aulas no son normales. Imparto clases a niños de diferentes edades. Son clases personalizadas» explica María José Peña Ortiz, profesora del Circo Italia. Estos niños van a clases como en una escuela ordinaria, pero con la ventaja de que su profesora tiene un trato más personalizado con ellos. Actualmente en España, son 16 los profesores que imparten clases en circos, «los niños disfrutan y están muy contentos, pero sí es verdad que se cansan de estar viajando. El papel del profesor es muy importante, es un ejemplo a seguir. Estas familias confían en un maestro ejemplar» explica María José. «La movilidad constante del circo forma parte de la educación. Deben ser conscientes del camino de Jesús».

María José, además es profesora de religión y catequista. «En el circo se vincula la religión con la tradición. La fe está dentro de cada uno. El bautizo es una oportunidad para la familia y la unión» comenta María José.