NoticiaMedalla Pro-Ecclesia Malacitana Francisco Montosa y Dolores Jurado: «Lo más grande que nos hizo el Sr. Obispo fue cogernos de la mano, a dos personas mayores» Publicado: 03/03/2023: 6059 Medalla Pro Ecclesia Malacitana Francisco Montosa (Paco) y Dolores Jurado (Lola) recibieron, de manos del Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, la Medalla Pro Ecclesia Malacitana en el templo de Santa Inés, con motivo del 50 aniversario de la parroquia, en el día de la fiesta de su titular. Fue toda una sorpresa para los dos, explica Lola, pues «el párroco, Paco Castro se lo dijo a mi hijo Cristóbal, que no nos dijo nada de nada, pero que se aseguró de que estuviéramos los dos en la iglesia». Lola tiene 84 años y Paco 88 y lo que más ilusión les hizo de la celebración fue «que nunca habíamos estado tan cerca de él y quiso que subiéramos al altar con él, donde nos cogió a los dos de la mano. Eso fue para nosotros lo más grande que nos hizo el Sr. Obispo, cogernos a nosotros, dos personas mayores, de la mano». Lola y Juan se casaron hace 64 años y llevan toda su vida familiar en esta parroquia, vieron nacer el nuevo templo y en él han compartido los mejores momentos de su vida. «Para mí, la Virgen y el Señor lo han sido todo, sin la Virgen no tendríamos al Señor y sin ellos yo no tendría a mi marido Paco, que ha sido mi vida, ni a mis hijos Antonio y Cristóbal, ni a mis cuatro nietos (Javier, Antonio, Ana y María). No puedo más que que contar cosas buenas de mis hijos y de mis nietos y todo se lo tengo que agradecer al Señor y a la Virgen», explica Lola. Paco y Lola recuerdan con mucho cariño a cada uno de los sacerdotes que han pasado por la parroquia: «a D. Francisco Millán, que todo lo bueno que os diga de él es poco; a D. Antonio Coronado; a D. Felipe Reina; a D. Francisco Castro; a D. Manuel Larrubia; y al diácono permanente D. Agustín González. Todos maravillosos. Hemos tenido una suerte tremenda con todos ellos», afirma con rotundidad Lola. Con la misma rotundidad con la que afirma que de lo único que no quiere hablar es de «lo que hemos hecho en la parroquia, porque todo lo hemos hecho por amor, de corazón, por el Señor y la Virgen, y por los demás, lo hemos hecho con voluntad, como decimos la gente de nuestra generación. Todos los curas nos han dado una confianza tan grande que nos hemos entregado a la Iglesia como nuestra que la hemos sentido. Y estamos muy agradecidos al Sr. Obispo. No nos lo merecemos».