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Confirmaciones en la parroquia de San José (Fuengirola)

Publicado: 16/05/2014: 1203

Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, en la Eucaristía celebrada con motivo de las Confirmaciones en la parroquia de San José, en Fuengirola el 16 de mayo de 2014.

CONFIRMACIONES EN LA PARROQUIA DE SAN JOSÉ

(Fuengirola, 16 mayo 2014)

Lecturas: Hch 2, 1-18; Sal 2, 6-11; Jn 14, 1-6.

1.- Ya tenía ganas de estar con vosotros. Había hablado varias veces con el párroco, Rvdo. Rafael Vázquez para venir a la parroquia de San José; y, por fin, ha llegado el día de encontrarnos.

Además de saluda al párroco, deseo saludar también al Rvdo. Guillermo Tejero, arcipreste, y al Rvdo. Fermín que está vinculado a uno de los confirmandos.

                Hoy, según hemos escuchado en el texto de los Hechos de los Apóstoles, se va a repetir aquí lo que ocurrió el día de Pentecostés. Los discípulos estaban encerrados en una casa, a puerta cerrada por miedo a los judíos; y entonces sucede la venida del Espíritu Santo y los trasforma (cf. Hch 2, 1-4). Tenían miedo a los judíos, porque habían matado a su maestro y podían ir a la cárcel o la cruz; de gente miedosa se trasforman por la fuerza del Espíritu en valientes predicadores.

2.- Pedro hace un resumen anunciando el núcleo de la fe a los que allí están presentes. ¿Cuál es el núcleo de la fe, queridos confirmandos? ¿Cuál es lo esencial de la predicación de Pedro? (Responde un confirmando: la resurrección). Pedro habla de Jesús diciendo que ha muerto en la cruz, ha sido ajusticiado por las autoridades, ha muerto por amor a nosotros y ha resucitado (cf. Hch 2, 22-23; 32-33). ¡Esa es la gran noticia! La muerte y la resurrección de Jesucristo es el núcleo de la fe cristiana. Posteriormente se desarrollará este núcleo de la fe con otras verdades reveladas. ¿Quién es Jesús? Nacido de María, Hijo de Dios, hizo milagros. Después se añadirán otras verdades de fe y poco a poco se va completando y comprendiendo el Credo de la Iglesia. Pero el núcleo de la predicación es: el Hijo de Dios se ha encarnado, ha muerto por nosotros y ha resucitado. Esta noticia da mucha alegría. Y la donación del Espíritu da valentía a quien lo recibe.

Dice el texto que allí había mucha gente de otras lenguas (cf. Hch 2, 5), aquí a lo mejor hay también gente proveniente de otros países. Supongo que habrá feligreses de otros países. Pero no se trata de una lengua estructurada como el español, el francés, el alemán... o las lenguas de las personas que estaban allí: partos, medos, persas, elamitas, romanos, griegos... (cf. Hch 2, 9).

3.- Hay un lenguaje del Espíritu que aúna, que hace comunión; y hay una acción del diablo que divide. La palabra “diablo” en griego quiere decir: el que separa, el que divide; y eso es lo que ocurrió en la Torre de Babel; quienes hablaban la misma lengua no se entendían y se dividieron.

Sin embargo, ¿qué hace el Espíritu? Todo lo contrario, el Espíritu une, pacifica, pone armonía, produce comunión, comunidad unida.

La parroquia de San José hoy se va a renovar con un buen número de sus miembros que recibirán el don del Espíritu Santo; y eso hará que la parroquia sea más viva, que esté más en comunión, que haya mayor armonía y sea más valiente en dar testimonio.

El lenguaje del Espíritu, ¿sabéis cuál es? El lenguaje del amor. Imaginad dos personas que hablan lenguajes distintos e ininteligibles para el otro. ¿Pueden llegar a entenderse? Si se aman, si buscan el bien del otro, perfectamente se pueden entender.

Supongo que habréis observado cómo los niños pequeños interaccionan con otros niños de otros países y de lenguas extranjeras y se entienden perfectamente; No hace falta que hablen; se entienden y se dejan mutuamente las cosas con gestos.

Esto es solo un ejemplo. Lo que hace el Espíritu es mucho más importante que esto. Los cristianos debemos hablar el lenguaje del amor, de la comunión, de la fraternidad. El Espíritu que se os va regalar hoy os va a capacitar para eso.

4.- Vais a ser fortalecidos en la comunión; y, al mismo tiempo, vais a ser reconformados en la misión hacia fuera.

Jesús les dice a los apóstoles y a los discípulos: «No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí» (Jn 14, 1). ¡No tengáis miedo!

¿En qué consiste la fe? No sólo en saber cosas: el catecismo, los mandamientos, el credo, las oraciones. La fe es fundamentalmente un encuentro con una persona llamada Jesucristo. Jesús ha dicho: «Creed en Dios y creed también en mí» (Jn 14, 1). Es decir, Jesús nos dice que nos fiemos de Él y que lo aceptemos en nuestra vida. Os haría un interrogante: ¿qué lugar ocupa Cristo en tu vida? Uno puede tener trabajo, dinero, casa, posesiones, disfrutar del tiempo de ocio, de la familia, del coche; y tal vez deja para lo último a Jesús, al que le dedica lo que le queda de tiempo y de energías.

¿Jesús es alguien importante en tu vida? Jesús está dentro de ti, con su Espíritu y te da fuerzas. Tú deberías pensar como Jesús, vivir como Jesús, ser un testigo de Jesús.

5.- El evangelista Juan nos ha recordado unas palabras de Jesús: «Yo soy el camino y la verdad y la vida» (Jn 14, 6). A ver, ¿es lo mismo una señal de tráfico que la carretera? No se puede confundir una señal de tráfico con la carretera. Pues, Jesús no es un indicador que dice por dónde hay que caminar, no es un letrero, no es una señal de tráfico. Jesús no nos dice solo por dónde hemos de ir, sino que “Jesús es el camino”. Jesús no te indica por dónde has de ir, sino que tienes que caminar con Él, hacer su camino, estar con Él.

Me gusta jugar con la palabra "despistado". Normalmente lo decimos de una persona que está distraída, que no está atenta. Pero tiene una significación etimológica mucho más profunda. El despistado es el que se ha salido de la pista, por eso está distraído. El despistado es el que ha dejado el camino de Jesús y se ha ido por otros vericuetos que no sabe ni a dónde le llevan. ¿Es lo mismo ir por una autovía que coger un camino vecinal que no sabemos dónde nos va a llevar? Aplicado a Jesús, a veces, le abandonamos como camino y tomamos otros senderos, nos despistamos, nos salimos del camino, de la pista de Jesús.

Cuando uno está despistado, ¿qué hay que hacer? "Empistarse", ponerse en la pista. A ver, confirmandos: ¿estáis "despistados" o "empistados"? (Responden los confirmandos: ¡empistados!). Jesús es el Camino y lo mismo podemos decir de la Verdad y de la Vida. Fuera de Él no hay vida. Fuera de Jesús se vejeta, no hay vida verdadera.

Por tanto, no abandonéis nunca al Señor. Para eso se os va regalar la fuerza del Espíritu esta tarde.

6.- La Iglesia os pide que, cuando recibáis esta tarde el Espíritu, proclaméis, anunciéis y seáis testigos valientes del Evangelio, sin miedo a hablar de Cristo. Él es para nosotros Camino, Verdad y Vida; quien no lo conozca, por mi testimonio, que pueda llegar a conocerlo.

Le pedimos a la Virgen María, que fue la primera que acogió a Jesús, no sólo porque lo llevó en su seno, sino porque fue la primera discípula, que Ella nos enseñe, nos ayude y nos lleve de la mano. Como su esposo San José es el titular de la parroquia, le pedimos que también él nos ayude a vivir lo que estamos celebrando. Que así sea.

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