NoticiaColaboración Misterio, compromiso y familia Publicado: 23/05/2018: 20533 FIRMAS. Fray Andrés González García, trinitario, con motivo de la Solemnidad de la Santísima Trinidad. La verdad central de nuestra fe cristiana es la Santísima Trinidad. Es la fuente y el fin a donde tiende nuestra fe. De Ella nos vino Jesús, desde Ella nos ama el Padre y desde Ella el Padre y el Hijo nos envían su Espíritu Santo. Cristo mismo nos lo ha contado (Jn 1,18). Por eso, la Iglesia nos presenta al final de la cincuentena pascual el auténtico rostro de Dios. Pero ¿qué nos enseña, a qué nos compromete el misterio de la Santísima Trinidad? Cristo, que es la manifestación histórica de Dios Trinidad, se nos presentó como hombre comprometido con su Padre, con la vida y con sus hermanos, sobre todo con los más pobres, los excluidos y aquellos a los que se les robaba la libertad de cualquier forma injusta. “Lo que hicisteis con uno de estos… lo hicisteis conmigo” (Mt 25,40). Un cristiano hoy solo puede descubrir a la Trinidad en sus hermanos, especialmente en los más pobres.En un mundo donde hoy se resaltan las diferencias y los particularismos, la Trinidad nos enseña que solo podemos crecer en el pluralismo, resaltando lo que nos une más que lo que nos separa. Dios Trinidad es familia, es unidad en la diversidad, es diálogo entre distintos. El misterio trinitario nos compromete: cuando en nuestras familias falta el amor ya no hay una familia sino trozos de familia rota, casi siempre sangrantes y dolorosos… Decía san Agustín que «lo más grande en el culto es imitar lo que se adora». Celebremos la fiesta de Dios Trinidad haciendo de nuestras familias y de nuestra sociedad imagen de Dios Trinidad.