NoticiaEntrevistas Antonio Banderas: «La Semana Santa me acercó a la Iglesia de nuevo» Antonio Banderas con el Corazón de la Campaña en apoyo al Cottolengo de Málaga // S. PANADERO Publicado: 09/04/2018: 19150 Nuestro malagueño más internacional, Antonio Banderas (Málaga, 1960), será uno de los rostros de la campaña “Malagueños con corazón” en apoyo a la Casa del Sagrado Corazón, “Cottolengo”. También pondrá voz en la ópera “Passio Christi” del compositor Mons. Marco Frisina que se estrenará el 27 de abril en el Teatro Cervantes y que organiza la Fundación Victoria. ¿Cómo está siendo su participación en el montaje de la ópera “Passio Christi”? Está siendo muy interesante trabajar con Mons. Marco Frisina y sus explicaciones sobre la narrativa musical que lleva a cabo y cómo quería que mi voz participara de ella. Yo soy un músico de andar por casa, nadie espera que escriba música para marchas de Semana Santa, pero lo hago, aunque sin la altura de Mons. Marco Frissina. Me ha encantado oír su música sin haberla escuchado todavía, solo con la descripción que hacía de la Pasión de Cristo a través de su música, que me parece supermoderna y arriesgada en la utilización de la orquesta. Rompe con muchos esquemas e introduce los textos bíblicos de una manera muy especial. Me ha gustado la experiencia, pero quiero más. Tengo la impresión de que ha comenzado una colaboración que probablemente podamos continuar en el futuro. Él está ahora entrando también en una ópera sobre el Guernica y Picasso, personaje que me va a pasear por todo el mundo en los próximos meses. Picasso es un personaje que me atrae muchísimo por ser malagueño y por ser el artista que es. Y que un hombre como Marco Frisina escriba una ópera sobre el Guernica y lo que significa para el mundo de la no violencia, el sufrimiento, no solo en nuestra Guerra Civil, sino en la actualidad, mientras hablamos, en lugares como Siria o Afganistán, me parece muy importante. La Pasión del Señor, a la que le pondrá voz dentro de unos días en el Teatro Cervantes, ¿cómo toca su vida? La toca de forma importante. La Pasión como mensaje, el gran sacrificio de un hombre, Dios, que nos envía ese mensaje de reflexión profunda sobre la vida, sobre la muerte, sobre la vida futura. Desde pequeño me he criado en una familia católica. En el barrio donde vivo ahora, la iglesia significa para mí muchísimo. La Semana Santa es lo que me apega más y me hace acercarme muchísimo a la Iglesia de nuevo, me redescubre. Yo hubiera perdido el contacto con la gente que veo todos los Domingos de Ramos, con sus historias, las de sus hijos y sus nietos, y encontrarme con ellos gracias a la figura de Jesús y de la Virgen María me resulta hermoso y gratificante. Hubo un momento en mi vida en que me desprendí un poco de la Iglesia. Trataba de buscar una conexión espiritual por otros lugares hasta que en el año 1994, después de una operación que había sufrido mi hermano en la que pasamos mucho miedo, podíamos perderlo, me di cuenta de que no había tenido que buscar demasiado, que había tenido siempre ante mis narices esa conexión con lo trascendental. Se daba además de una forma que seguía nuestras propias tradiciones, que no teníamos que irnos a Buda, esos personajes los tenía ahí. En mi propio barrio estaba esa forma de conectarme con lo trascendente a través de la Pasión de Cristo, hasta terminar con la Resurrección.