NoticiaEntrevistas Graziella Cuccu: «La Cruz de Lampedusa recoge todo el sufrimiento» Graziella Cuccu porta la réplica de la Cruz de Lampedusa que queda como testigo en la diócesis de Málaga // E. LLAMAS Publicado: 20/12/2019: 20866 Graziella Cuccu es la embajadora de la Fundación Italiana “Casa del Espíritu Santo y las Artes”. Con motivo de la llegada de la Cruz de Lampedusa a la diócesis de Málaga, ha visitado la ciudad para traer una réplica que se queda en la diócesis como testigo de esta visita que recorre Málaga y Melilla del 22 de diciembre al 5 de enero. ¿Qué simboliza la Cruz de Lampedusa? La Cruz representa a nuestro Señor que murió por nosotros, para salvarnos a todos. Simboliza la humildad, el sufrimiento, el hambre, la enfermedad… todo lo que está pasando hoy día. ¿Por qué tienen que abandonar su país? Por la guerra, porque mueren de hambre… arriesgan la vida intentando cruzar el Mediterráneo y son muchos los que mueren antes de llegar a la patera. La Cruz de Lampedusa representa todo esto. ¿Cómo surgió la idea de construir esta cruz? Hace cuatro años, 366 inmigrantes morían en un naufragio en Lampedusa, en Italia. Provenían de Eritrea y Somalia. Desde entonces, el número de personas fallecidas y desaparecidas en el Mediterráneo sobrepasa las 15.000, convirtiéndose en el mayor cementerio de migrantes del mundo. En abril de 2014, desde la Fundación Italiana “Casa del Espíritu Santo y las Artes” presentamos al papa Francisco una cruz hecha con tablas de pateras naufragadas frente a Lampedusa (lugar elegido por el Papa para su primer viaje apostólico), la bendijo y nos encargó: “Llevadla por todas partes”. No debió ser fácil encontrar las tablas para construir la Cruz. Le pedimos al artista Francesco Tuccio que nos hiciera una cruz grande (2,80 metros) que representara el drama de la inmigración y nos dijo que no era fácil encontrar madera para una cruz grande de 2,80 de altura porque las pateras que llegaban a Lampedusa se rompían contra las rocas. Pero, al final los encontró. Nos quedamos sin palabras porque los dos maderos que componen la cruz tenían ya los clavos que se conservan. Le pedimos a Francesco que conservara la pintura y los elementos originales que tuviera la madera de la patera. Y así fue. Se trata de la cruz más sencilla del mundo y la más pobre pero, como me dicen muchos sacerdotes, tiene una fuerza dentro que es impresionante. Yo creo que esta cruz está recogiendo todo el dolor que se está encontrando en su recorrido y, la persona que llega frente a la Cruz percibe ese dolor y también le deja en suyo propio. Por eso digo que no representa solo a los inmigrantes, porque he visto a madres rezando frente a la cruz por sus niños enfermos, a padres pidiendo ayuda para sus hijos, a un marido pidiendo por su esposa... la gente cuando sabe que llega la Cruz de Lampedusa van y le piden casi de todo. Y ella lo está recogiendo todo. Usted es la embajadora de la Cruz de Lampedusa en el mundo, ¿cuál es su misión? Soy una mujer italiana, madre de seis hijos y abuela de 4 nietas, pronto llegará la número 5. Y me ocupó de diversos proyectos que sirven para despertar el corazón y la conciencia de la gente. La Cruz de Lampedusa es uno de ellos. Allá donde la pidan, la llevamos. Mi deber es llegar donde llega la Cruz y dejar, en cada diócesis, una cruz pequeña hecha con la misma madera de la grande. Esta cruz pequeña simboliza que ha pasado la Cruz por la diócesis, se queda como un testigo de su paso. Mientras tengáis la Cruz en la diócesis, muchas iglesias hacen actos a los que acude mucha gente. Después lo contarán a sus familias y, cuando pasen los años, quedará el testigo de esta cruz pequeña, para la memoria de la diócesis, y para que se sigan haciendo actos ante ella. A nuestra diócesis llega en plena Navidad. Una forma preciosa de relacionar la Encarnación con la Pasión y la Resurrección. Así es, porque la Cruz nos trae un mensaje muy sencillo: todos somos hermanos. Jesús ha nacido y muerto por todos. Y esta cruz nos recuerda la necesidad de mucho más amor. ¿Cómo nos recomienda vivir esta visita de la Cruz? Efectivamente, esta visita hay que vivirla. Hay que vivirla totalmente y cuando estés frente a la Cruz pensar de dónde viene. Son dos trozos de madera que han intentado salvar vidas. ¿Qué puedo hacer yo hoy? Es la pregunta que tenemos que hacernos frente a la Cruz y verás que la respuesta llega pronto. ¿Tiene solución este drama? Es una pregunta difícil de responder pero yo creo que la gente se ha despertado y no estamos dispuestos a dejar que maten a nuestros hermanos. La gente se está sensibilizando y este trabajo lo está haciendo la Cruz, y lo estás haciendo tú con esta entrevista. Pongámonos una manos en la conciencia y la otra en el corazón, que para eso Dios nos dio dos manos, y así podremos arreglar muchos problemas. Hay un refrán que dice que todos tenemos dentro dos lobos: uno que representa la rabia, el rencor, el mal... y el otro que representa el amor, la solidaridad, la bondad. En nosotros está elegir a cuál de los dos lobos alimentamos. Si vives de rabia, de rencor y de odio ganará ese lobo, pero si vives con alegría y todo lo que tienes en la vida lo aprovechas de la manera correcta, le das de comer al otro lobo y el amor ganará siempre.