NoticiaMovimientos Pedro Gordillo: «He encontrado el lugar idóneo donde vivir y cultivar mi fe» Pedro Gordillo en la sede del movimiento, ante los productos que recogen para los más necesitados · Autor: S. FENOSA Publicado: 09/02/2016: 11159 En 1994 nació en la Diócesis de Málaga el movimiento Familia de San José, coincidiendo con el Año Internacional de la Familia y el Año de Gracia de la Beatificación de Madre Petra. Desde el domingo pasado, están “viviendo y celebrando en fraternidad los siete domingos de San José”. Su responsable, Pedro Gordillo, nos explica la vida de este movimiento. «El ejercicio de la caridad es, quizá, lo que mejor defina el carisma de la Familia de San José» ¿Qué define al Movimiento Familia de San José? La Familia de San José es un movimiento apostólico dentro de la Iglesia, de carácter seglar y eminentemente familiar, que se fundamenta en la doctrina del Magisterio de la Iglesia y en las directrices del Concilio Vaticano II y en las orientaciones de la Iglesia Universal y Diocesana. Sus fines son potenciar y ayudar al desarrollo y ejercicio de la vocación humana de los miembros de las familias para que sean testigos de la fe y de los valores humanos. Para ello ofrece los medios básicos de formación humana y religiosa necesarios para cumplir con los deberes y derechos en la vida matrimonial y familiar cristiana. Ante la pregunta de qué es lo que más nos define, quizás sea nuestra labor en el ejercicio de la caridad, donde encontramos la parte más llamativa de nuestro carisma ante la sociedad, puesto que la Familia de San José procura, en la medida de sus posibilidades, cubrir las necesidades espirituales y corporales de los llamados "pobres vergonzantes" del entorno, es decir aquellas personas a los que les da vergüenza pedir y, en tantas ocasiones, hasta recibir las ayudas. Es un apostolado discreto y secreto, que mantiene oculta la identidad de los necesitados para que en ningún momento pierdan su dignidad social, ya que en el fondo son pobres transitorios que aunque se resignan con humildad a recibir las ayudas, no cesan en su empeño de salir pronto del bache en el que se encuentran sumidos. Es un apostolado muy gratificante en el aspecto de que sabes que nadie ha de enterarse de su realización e incluso de que los propios necesitados no van a contarles a nadie de que les ayudas, cubre por lo tanto el verdadero sentido evangélico en esta materia, “Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu mano derecha, para que tu limosna sea en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”. En definitiva este apostolado nos enriquece espiritualmente y nos alienta en esa humildad que define a nuestro Movimiento, como aprendices de nuestros protectores San José y la Beata Petra de San José. Y esta acción se acompaña de una buena formación, ¿verdad? La actualidad está llena de máxima actividad. Desde nuestra sede en el Colegio san José de la Montaña mantenemos con prioridad la formación cada quince días, que en este Año Jubilar de la Misericordia está fundamentada en su temario, y como referencia principal, en la bula “Vultus Misericordia” del Papa Francisco, también es muy importante la participación en la oración comunitaria, y por supuesto el apostolado, con ayudas mensuales a las familias de pobres vergonzantes. ¿Cuál es la historia de este movimiento en Málaga? Nace en la Diócesis de Málaga en el año 1994, coincidiendo con el Año Internacional de la Familia y el Año de Gracia de la Beatificación de Madre Petra. Después de varios años de trabajos ininterrumpidos dentro de la formación cristiana, la evangelización y el apostolado, es aprobado por la Iglesia en el año 2003, con unos estatutos y reglas particulares que dan legalidad a su funcionamiento y además dan forma a la vida espiritual comunitaria para el buen hacer y el buen aprovechamiento de cada uno de sus miembros. Se acerca la fiesta de san José, ¿algún acto previsto? Por lo pronto vivir y celebrar en fraternidad los siete domingos de San José, y dentro de nada, como cada año, organizar una peregrinación a la casa natal de Madre Petra en el Valle de Abdalajís. Naturalmente está peregrinación está abierta a todas aquellas personas que quieran compartir con la Familia de San José un día lleno de espiritualidad a través de la oración y la meditación sobre el amor misericordioso de la Beata Petra de San José. ¿Desde cuándo forma parte de este movimiento? Desde su fundación en el año 1994. Mi experiencia es maravillosa, en él he encontrado el lugar idóneo donde vivir y cultivar mi fe, sintiéndome bien con Dios y con el prójimo. La música es otra de sus pasiones... La música en mí es un complemento vital, pues no solo es una pasión, también es mi modo de vida profesional, con la música me gusta expresar mis emociones, mis criterios, mi fe, por lo tanto la necesito a diario, ya no solo para disfrutarla, también para comunicarme a través de ella. ¿Qué ha sentido cuando ha cantado en la Catedral? Cantar a Dios siempre es gratificante para el espíritu pues no concibo el canto si no se siente interiormente lo que el texto nos expresa, así lo aprendí desde pequeño y así lo sigo cultivando y concibiendo con el paso de los años. Le he cantado a Dios en muchos lugares, en la intimidad de mi hogar, en conciertos testimonio, en pequeñas capillas de pequeños conventos o incluso en grandes e importantes lugares como la Basílica de Santa María la Mayor de Roma ante el Nuncio del Papa, cualquier lugar es importante si cumples con tu obligación de cantor y si lo haces desde un corazón enamorado de Dios, pero, indiscutiblemente, cantar en una celebración eucarística en nuestra Catedral, al margen de ser una gran responsabilidad, es una satisfacción espiritual cautivadora inenarrable, al mismo tiempo que es una experiencia personal que te marca gratamente como cantor y como cristiano.