Noticia José Carretero Ruiz, in memoriam Publicado: 03/09/2014: 18852 Necrológica Has sido, compañero y hermano Pepe, un cura de los que dejan huella. Como creador de puentes de fraternidad al iniciar y fundar en Tolox, donde sin duda te están llorando, la célebre revista “Carta de Tolox”. En ella escribíais periódicamente a todos los emigrantes, muchos en aquella época, contándoles lo que pasaba en el pueblo y animándoles en su duro calvario. Los emigrantes, a la vez, contaban sus dificultades, deseos e inquietudes. Tengo entendido que hasta hace muy poco se ha mantenido la publicación como ejemplo de solidaridad compartida entre los vecinos del pueblo. Ha sido en Melilla durante el tiempo que estuviste allí de Vicario Episcopal, y unido a tu gran amigo, el que fuera nuestro obispo, D. Ramón, donde habéis creado una nueva manera de relacionarse con musulmanes, hebreos, inmigrantes y marginados desde los valores humanos y cristianos. Habéis combatido con creces y con imaginación, Buxarrais y tú, lo que tanto condena el papa Francisco “la globalización de la indiferencia”. Has destacado como escritor y poeta. Tus colaboraciones en SUR y en otros medios nos dan fe de ello. Tus poesías navideñas estaban llenas de humanidad y de fe. Has sido un creador de caminos nuevos en la vida de nuestra diócesis. Fuiste un entusiasta, un animador y uno de los más influyentes directivos del grupo llamado “Catequesis de la Experiencia”. Surgido de la base y bendecido por el entonces obispo Buscarais. Málaga ha sido durante muchos años, aunque haya algunos que lo ignoren, pionera en un nuevo estilo de hacer catequesis partiendo del Vaticano II y de nuestro memorable obispo Manuel González. Iniciaste una catequesis que partía de la vida del niño o del joven y llevaba a la vida. Para humanizar y para hacer más feliz la vida de las personas, tal como lo hizo el Maestro de Nazaret. Cómo luchabas y te esforzabas por extender este nuevo estilo de catequesis y en formar a nuevas catequistas que fueran pioneras en esta tarea. Todavía recuerdo la Escuela de Catequistas de la Axaquía donde tú eras Vicario Episcopal y donde se daban cita mensualmente cerca de doscientos catequistas de la vicaría. Cómo disfrutabas animándolos a ser mensajeros del Evangelio con un estilo nuevo, progresista y renovador. Siempre al pie del cañón como educador y animador de la fe. Incluso en esa residencia de ancianos de las Hermanitas de los pobres, donde has sido capellán en la última etapa de tu vida, organizabas cada año unos cursos de Formación Bíblica. Con qué alegría iban los ancianos a las clases semanales de Biblia. Tú te sentías alegre y agradecido. Y quiero que mis últimas palabras sean de agradecimiento a la casa que te ha cuidado hasta el día de tu partida a la casa del Padre, a las religiosas y a las palomas de la paz, como tú llamabas a las enfermeras y cuidadoras. ¡Gracias por todo lo que habéis hecho por Pepe! José Sánchez Luque, sacerdote diocesano