Nacido en 1942, se ordenó en 1979 y comenzó su ministerio como ecónomo de Canillas de Aceituno, Sedella y Salares, donde sirvió una década.

De la Axarquía, pasó a la Serranía de Ronda, donde ejerció como párroco de Cortes de la Frontera, Estación y Jimera de Líbar y también como arcipreste del Rosario de Ronda-Gaucín hasta agosto de 1992.

De 1992 a 1998 fue Capellán de los Angeles Custodios de Málaga compatibilizándolo con otros destinos como administrador parroquial de Mijas

Desde 1996 hasta su jubilación, se ocupó de la asistencia religiosa en el Aeropuerto de Málaga y como vicario Parroquial de Churriana, con especial dedicación a San Julián y Guadalmar.

SEMBLANZA, por Francisco González Gómez

D. Antonio Hidalgo Elena nació en Barcelona el 21 de abril de 1942, ya que su padre era policía y estaba destinado en Cataluña. Para él su familia va a ser siempre muy importante, conviviendo y cuidando durante años de su madre, que le acompañó en varios de sus destinos pastorales. Estaba también especialmente unido a su hermana Dolores que, pese a vivir en Canadá, ha podido estar junto a él en sus últimos días de vida. 

Antonio, desde joven, va a sentir inquietudes vocacionales. Primero con un grupo en Navarra y después ingresando en la Orden de Sto. Domingo, desarrollando su misión en Alcobendas. Será también Monitor en la Escuela de la Inmaculada de Madrid para personas invidentes.  

Decide venir a Málaga para recibir la ordenación sacerdotal. Su diaconado lo ejercita en los pueblos de Benarrabá y Benalauría, en la Serranía de Ronda. Posteriormente, el 23 de junio de 1979, vísperas de la fiesta de S. Juan Bautista, el Sr. Obispo D. Ramón Buxarrais Ventura, que es quien preside esta misa exequial, lo ordena presbítero para nuestra Diócesis malacitana. 

Comienza con ilusión su primer destino pastoral en la Axarquía, en las Parroquias de Canillas de Aceituno, Sedella y Salares donde permanecerá 10 años entregado a la misión en aquellos pueblos y de los que tantas experiencias guardó siempre en su corazón sacerdotal.  

Posteriormente volverá a la Serranía de Ronda como Párroco de Cortes de la Frontera, Estación de Cortes y Jimera de Líbar, desempeñando también tareas de Arcipreste del arciprestazgo del Rosario de Ronda-Gaucín.  

A finales del año 1992 es trasladado a Málaga y nombrado Capellán de los Ángeles Custodios, donde prestará un excelente servicio en los seis años que permanece entre ellos, unido a la docencia en la antigua Escuela Profesional Francisco Franco, ubicada junto al estadio de La Rosaleda. 

Un año como Administrador parroquial de Mijas y dieciséis como Vicario Parroquial de Churriana, con especial dedicación a San Julián y Guadalmar, cuidando así mismo de la Asistencia religiosa en el Aeropuerto de Málaga. La celebración de la Eucaristía, confesiones a los que lo solicitaban y cercanía a los propios trabajadores, llenan su tarea pastoral. Cuando comienza a experimentar que las fuerzas van fallando por el imperativo de la edad, solicita su entrada en la Residencia El Buen Samaritano, donde se ha sentido acogido y querido por el personal y los residentes y especialmente cuidado. 

Antonio ha sido un sacerdote de profunda espiritualidad, amante de los animales, con fino humor, cuidando las verdaderas amistades y, de manera sencilla y humilde, entregado al Señor. 

Después de unos días en los que se iba apagando su vida, rodeado del cariño de su hermana y personal de la Residencia, entregó su vida al Señor en la madrugada del 20 de octubre, a la edad de 80 años. Descanse en paz y que la Virgen María, a la que amaba entrañablemente lo acompañe a la Casa de nuestro buen Padre Dios.