Adalberto Martínez, organista de la Catedral de Málaga: «En la Catedral suena todo bien» Publicado: 15/01/2014: 15404 «Me siento muy honrado de ser organista titular de la Catedral de Málaga, y trato de desempeñar el encargo lo mejor que puedo». Con esta sencillez se expresa Adalberto Martínez Solaesa (Soria, 1937), que vino a Málaga con 41 años para ocupar la Cátedra de órgano del Conservatorio y de Historia de la Música en la Universidad y es ahora el responsable del acompañamiento musical de las celebraciones litúrgicas en el templo mayor malagueño. Afirma que «no hay nada que me pueda gustar más que el hecho de que la Catedral siga siendo difusora de la cultura cristiana, ya que ella fue el primer conservatorio de Málaga, no sólo cronológicamente sino también por la lista de personas formadas en sus capillas musicales». –¿Cómo suena la Navidad en la Catedral de Málaga? –En la Catedral suena bien todo porque es un marco incomparable. Y, por otra parte, la Navidad suena bien y es acogedora en todas las partes del mundo, con más o menos medios. En la Catedral, tratamos de corresponder a la historia riquísima del templo y a lo que este espacio y la festividad se merecen. –¿Cuáles son las celebraciones más importantes en este tiempo de Navidad musicalmente hablando? –Tanto musical como litúrgicamente hablando, se trata de las fiestas principales: la Misa del Gallo, la Misa principal del día de Navidad, el Año Nuevo, la Misa de Epifanía... Son fiestas con un especial relieve litúrgico y también con un relieve especial en lo musical. –La Epifanía es la manifestación de Dios a los hombres, ¿es la música una epifanía privilegiada? –Es una de ellas. Dios se manifiesta de mil maneras: La música, la belleza, la sensibilidad… Corresponde a cada uno de nosotros reconocerlas y acogerlas como tales. –En vísperas de recibir los regalos de Reyes, ¿es la música un regalo inmaterial? ¿Recomienda dejarnos interpelar más por ella? –Por supuesto que lo es. Supongo que no habrá mucha gente insensible a la música. Obra del cultivo y la educación es encauzar esta predisposición natural hacia un producto de calidad. –¿Qué lugar ocupa la música de órgano en Málaga? –Por desgracia, en Málaga existen muy pocos órganos: en la iglesia del Sagrado Corazón, en la de San Agustín y en la Basílica de la Victoria. Cada una de ellas desarrolla su propia actividad musical. En la Catedral, la Misa de los domingos y festivos, a las diez y a las once y media, es siempre con órgano, aparte de otras actividades. Por ejemplo, la Universidad viene organizando desde hace 23 años un ciclo de órgano muy consolidado que encuentra una amplia respuesta de público, con una media de quinientos asistentes en cada concierto. Es decir, en Málaga hay un movimiento organístico bastante notable y es debido, fundamentalmente, a los órganos de la Catedral. –La Catedral de Málaga es afortunada por los órganos con los que cuenta ¿verdad? –Son unos órganos históricos, es decir, que pertenecen al siglo XVIII y marcan una escuela muy especial. El hecho de conservarlos, de que no hayan sido suplantados por otro avance más tardío, es ya un privilegio. Aparte de eso, son los más grandes de esa época que se conservan en España, y son únicos, además de por su tamaño, por otras muchas cosas, entre ellas el momento de desarrollo en que les correspondió nacer, un momento culminante donde se acumulan todos los saberes anteriores y se abre la puerta a lo que va a venir después. Ese momento crucial es el que marcan los órganos de Málaga. Autor: Ana María Medina @_AnaMedina_