En el acto de bendición, además del director de Cáritas Diocesana, Francisco José Sánchez, y la responsable del área de acción social, Mª Rosa Gutiérrez, también ha querido estar presente el concejal delegado del Área Derechos Sociales, Igualdad, Accesibilidad, Políticas Inclusivas y Vivienda, Francisco Pomares. 

El director de Cáritas Diocesana de Málaga, Francisco José Sánchez, ha sido el encargado de dar la bienvenida a todos los presentes. «Este proyecto quiere ser un hogar, con mayúsculas, para muchas familias que busquen un futuro mejor, ofreciendo un lugar digno donde vivir y donde se les brinde el acompañamiento y el apoyo necesario en su proceso de inserción social. También ha destacado que «esta obra es posible gracias a la asociación benéfica “Casa del Niño Jesús”, representada en este día por algunos de sus miembros aquí presentes» afirmaba.

El vicario, Juan Manuel Ortiz, comenzaba el acto dando gracias a Dios por «la gran alegría de bendecir este hogar y la hermosa realidad que en él reside». Acto seguido, el delegado episcopal de Cáritas Diocesana, Antonio Collado  también ha querido dar las gracias por «el gran trabajo que han realizado muchas personas para hacer realidad este proyecto». «Quiero hacer memoria agradecida al Señor que ha ido suscitando en tantos corazones, el deseo de hacer el bien y de servir a los demás», concluía.

La vivienda como medio de inserción

Esta es una experiencia novedosa en el ámbito de la vivienda en la ciudad de Málaga, ya que ofrece una vivienda autónoma como medio para la inserción. Situado en el centro histórico de la ciudad de Málaga, el edificio consta de cinco plantas habitables, ascensor, dos patios interiores y escaleras comunes, y tiene capacidad para acoger a 19 familias que de manera transitoria podrán hacer uso de ellas hasta que puedan acceder a una vivienda normalizada a través de sus propios medios y programas públicos de vivienda.

El régimen de tenencia de las viviendas es de alquiler social y se ha formalizado mediante la firma de un contrato social normalizado y adaptado a cada situación económica, lo que supone un gran paso para las familias, que pueden así empadronarse y acceder a las prestaciones públicas de los Servicios Sociales correspondientes.