NoticiaColaboración Los sellos Publicado: 17/12/2013: 9984 Llegó a la Delegación de Misiones una carta agradeciéndonos los sellos que habíamos enviado para ayudar a las misiones. Aquellas letras me recordaron a dos sacerdotes ya fallecidos: Juan López Checa y Miguel Ángel Corrales. El primero no quería que se perdiera ni un sello: los pedía, recogía donde se los encontrase y enviaba para las misiones. Yo, que de niño había sentido el gusanillo del coleccionista, la primera vez que le vi amontonando sellos repetidos no pude más que preguntarle: «¿para qué los guarda, si ya los tiene?» «Los guardo -me dijo-, para ayudar a las misiones». Y de verdad que supo hacerlo. Del segundo recordé que, por amor a las misiones, decía a los porteros de los bloques de la Malagueta que le guardaran los periódicos que iban a tirar. Los porteros se los guardaban. Y él los recogía, los cargaba en su coche y, con aquella montaña de papel, atravesaba Málaga y los vendía. Después se presentaba en la delegación de Misiones diciendo: «De la venta de periódicos, para las Obras Misionales Pontificias». El amor sabe ingeniárselas. Autor: Lorenzo Orellana, sacerdote