NoticiaVida Consagrada Mujeres consagradas de Málaga están de celebración Últimas nazarenas que han profesado a la vez en distintas comunidades este año Publicado: 02/02/2022: 9869 Presentación El 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor, se celebra la Jornada de la Vida Consagrada, y la Diócesis de Málaga está de doble celebración, ya que sigue viva la obra que fundaron hace 100 años un santo y un beato en nuestra provincia. La superiora de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret, la hermana Soledad Ferrero, y la directora de las Misioneras de las Doctrinas Rurales, la hermana Leticia Montero, recuerdan cómo surgió su vocación. El delegado para la Vida Consagrada de la Diócesis, José Manuel Fernández Camino OCD, explica que «la fiesta de la Presentación invita a tomar conciencia de la presencia de la Vida Consagrada y su lugar en la Iglesia, así como a pedir por nosotros para que seamos fieles a lo que el Señor nos ha encomendado». José Manuel Fernández Camino ingresó en la orden Carmelita cuando apenas contaba 18 años, y sigue afirmando con rotundidad que «a pesar de las dificultades, de los obstáculos, de los buenos momentos y de los no tan buenos, siempre pienso que vale la pena, porque es mucho más lo que se recibe que lo que se da». Al hablar de los consagrados en la Diócesis de Málaga, el también párroco de Stella Maris en la capital afirma que «a pesar de lo que estamos sufriendo por la situación sanitaria al ver el sufrimiento de los que nos rodean, de los fallecimientos que hemos tenido en nuestras propias órdenes religiosas y las de las pérdidas económicas, debemos dar muchas gracias a Dios porque la Vida Consagrada ha hecho una gran labor, de escucha y de acompañamiento a todas esas personas». Además, este doble centenario «es un motivo de alegría ya que las Nazarenas realizan una labor fundamental, tanto en la Casa de Espiritualidad Villa Nazaret, ofreciendo un espacio para que las personas puedan encontrarse con Dios y llenar sus vidas, como en la Librería Nazaret, facilitando la formación. Y con respecto a las Misioneras de las Doctrinas Rurales, creo que todavía hoy estamos disfrutando de los frutos que sembraron aquellas mujeres encomiables que no solamente llevaron la educación, sino la palabra de Dios» añade. «Aquí empezó todo», afirma la superiora de las Nazarenas, la hermana Soledad, «no me canso de repetir que aquí nació para el mundo y, es un motivo de celebración y de renovar el sentido de pertenencia a la congregación a la que fui llamada hace más de veinte años, cuando vivía en Argentina y seguía a todas partes a una misionera de mi pueblo que había venido de Angola, África. Me llamaba la atención lo alegre que estaba siempre y un día le pregunté: “¿Hermana, hasta cuándo se queda?” y nunca olvidaré sus palabras: “El tiempo que te des cuenta de que el Señor te está pidiendo algo”. Eso fue un antes y un después en mi vocación, y al conocer a las Nazarenas supe cuál era mi lugar en el mundo».Igual de claro lo tuvo la hermana Leticia, directora de las Misioneras de las Doctrinas Rurales, cuando con apenas 18 años sintió la llamada. «Tuve claro que el Señor me decía: “te quiero para mí” al conocer a las Misioneras de las Doctrinas Rurales en Chauchina, Granada, mi pueblo natal. En ese momento me acordaba de aquellos misioneros de la Revista Aguiluchos que leía de pequeña y sentí que todo lo demás carecía de sentido. Cuando la gente me decía que las misioneras eran muy mayores y yo muy joven, les contestaba: “aunque sea la última misionera, el Señor me llama a esto”».