NoticiaSantos III Encuentro Fraterno sobre la figura del sacerdote malagueño Antonio Gamboa Publicado: 27/12/2023: 9785 Fama de santidad El Santuario de la Virgen de los Remedios de Olvera (Cádiz) acogió el martes 26 de diciembre el III Encuentro Fraterno sobre Don Antonio Gamboa, sacerdote natural de Coín pero que desarrolló gran parte de su labor en la ciudad de Ronda, donde es muy recordado y querido y donde cuenta con fama de santidad. A las 5 de la tarde tuvo lugar la Eucaristía presidida por Luis Piñero, vicario para la Evangelización de la Diócesis de Asidonia-Jerez. Posteriormente, tuvo lugar el encuentro en el que participaron diversos sacerdotes tanto de la diócesis de Jerez como de la de Málaga. El vicario episcopal de Evangelización comenzó con unas palabras de presentación, a las cuales siguieron dos intervenciones. En primer lugar, la del capellán del Santuario de los Remedios, Juan Caballero, que ofreció una disertación con el título: "Don Antonio, peregrino al Santuario de los Remedios". Posteriormente, Salvador Aguilera, sacerdote rondeño oficial de la Santa Sede, pronunció una ponencia sobre "Los primeros pasos en el proceso de Don Antonio: la oración para la devoción privada". El acto concluyó con las palabras del párroco de Santa María la Mayor de Ronda, Francisco Sánchez. Vídeo del III Encuentro Fraterno: BREVE BIOGRAFÍA DE D. ANTONIO GAMBOA Antonio Gamboa López nació el 10 de abril de 1912 en Coín (Málaga). Gran admirador del obispo san Manuel González, entra en el Seminario diocesano y es ordenado presbítero el 3 de julio de 1949. Tras unos meses de ministerio en Ubrique (Cádiz), tiene como destino Ronda, donde va como coadjutor de la parroquia de santa Cecilia y donde, en 1952, es nombrado párroco de santa María la Mayor hasta 1989. En 1955 es nombrado «hijo adoptivo» de Ronda. Su celo apostólico le llevó a entregar su vida por la Iglesia, su tarea y, especialmente, el cuidado de las personas que no tenían lo necesario para vivir. Su ardor evangelizador fue reflejado en obras como «Olimpiada del espíritu para jóvenes inquietos» (1986) y «A propósito de las obras de misericordia» (2001). Fundó, en favor de la juventud, el «Centro Obrero Católico» y ejerció como capellán en la Residencia de las Madres de los Desamparados y san José de la Montaña de Arriate, donde vivió con gran austeridad, dedicando su tiempo a la oración y a la contemplación. Falleció el 21 de octubre de 2004.