NoticiaNavidad «La Sagrada Familia nunca renunció a seguir la vocación a la que Dios los llamó» Ramón Acosta y Rosa Bejarano, delegados de Pastoral Familiar de la Diócesis de Málaga Publicado: 22/12/2022: 24005 Navidad Rosa Bejarano y Ramón Acosta son los delegados de Pastoral Familiar. En esta Nochebuena, y a las puertas de la fiesta de la Sagrada Familia, nos abren las puertas de su hogar para bendecir juntos la Mesa de Navidad. Acabáis de ser abuelos, ¿cómo le contaréis a vuestra nieta (que este año será vuestro Niño Jesús) lo que se celebra en Nochebuena? Con cuatro meses que tiene, comiéndonosla a besos y abrazos. Cuando sea algo más mayor, nos gustaría transmitirle que, igual que hemos abierto nuestra casa para recibirte a ti, la Sagrada Familia, María y José, quieren que tú -que cada uno de nosotros- abras el corazón para recibir a Jesús. Abrir el corazón implica liberarnos de nuestros egoísmos y dejar que Él nos enseñe a amar. Hasta nosotros, como abuelos-padres-esposos-hijos tenemos que seguir aprendiendo a amar. Querida nieta, como nos decía el padre Caffarel, no eches persianas en tu corazón que amortigüen el grito de la miseria, que el calor dulce que te damos en nuestro hogar no te haga olvidar las noches frías y las casas sin calefacción, y los niños abandonados, y la gran ola con el gemido de los sufrimientos de tantas personas. El pesebre es el inicio de un camino para que seas feliz, para que goces poniendo tu corazón en los demás. Pero no bastan las buenas palabras, sino que tiene que dar fruto en las acciones cotidianas. Al hacerse niño, Dios nos mostró el camino de darnos a los demás desde las cosas pequeñas y encarnadas. ¿Cómo bendecís la Mesa de Nochebuena en vuestra familia? Así es, la bendecimos, como todos los días. Hemos de aprender a agradecer todo lo que recibimos “gratis”: nuestra vida, el amor de quienes nos quieren, las correcciones de los amigos, el acompañamiento de nuestros pastores… En fin, son tantas cosas, que necesitaríamos todo el año. No obstante, este día es muy especial. Toda la familia reunida, olvidando nuestras faltas, sacando lo mejor de nosotros y llenos de esperanza para un futuro que desconocemos, nos preparamos para recibir al Niño y envolverlo con las telas de nuestro corazón. Señor, haz que el amor que plantas como una semilla en nuestro corazón vaya creciendo al seguir tu camino. Y el domingo después celebramos la fiesta de la Sagrada Familia, ¿cómo invitáis a vivir este año esa fiesta? También es una acción de gracias al contemplar un hogar, donde fue acogido y acompañado Jesús, que es una escuela de amor. En ella también existen dificultades, rechazos y sufrimiento, pero la Sagrada Familia nunca renunció a seguir la vocación a la que Dios los llamó. Festejarlo, cada día, es decir un “sí” con nuestras acciones a fortalecer el vínculo de nuestro matrimonio, a mejorar las relaciones entre padres e hijos, a no olvidarnos de los abuelos, a atender a los necesitados… Tenemos la ocasión de celebrarlo toda la familia en nuestras parroquias. De forma simbólica queremos reunir a todas las familias de la Diócesis el viernes 30 de diciembre en la parroquia de los Santos Mártires a las 19.00 horas. Allí os esperamos. Deseamos que la luz del amor de esta Nochebuena, en el abrazo de la Sagrada Familia, despierte vuestros corazones con pequeños actos de amor cada día. Feliz Navidad y un próspero (en amor) año nuevo.