El consistorio reconoce la labor solidaria y trabajo asistencial, además de la acción educativa y caritativa. El alcalde Manuel Barón entregó el premio destacando: “Las hermanas franciscanas huís de cualquier hecho que tenga que ver con el reconocimiento personal a cada una de vosotras”, pero quiso destacar su labor callada de ayuda a la sociedad.

Por parte de la congregación, la Madre General Inmaculada Ríos agradeció el reconocimiento: “Sólo puedo decir a la vez, con sencillez y alegría: son cosas de familia. De nuestra madre fundadora hemos aprendido que los bienes y los dones se nos dan para compartirlos”.

Las religiosas difunden la labor que emprendió la ilustre antequerana, con colegios, casas de acogida y atención, así como labor caritativa colaborando con organizaciones eclesiales. La beata está en proceso de canonización y esperan que pronto pueda ser declarada santa.