NoticiaEn los Medios Cosas concretas, por Rafael Pérez Pallarés FOTO JORGE FUEMBUENA Publicado: 13/12/2024: 520 El Alféizar Sí, la vida está hecha de cosas concretas. De actitudes, de miradas, de gestos. Reconocer y valorar esta evidencia ayuda mucho a vivir; para los cristianos, en este tiempo del Adviento, donde se prepara la celebración del nacimiento de Cristo, pero también para el común de mártires en la vida, donde cada uno tiene multitud de frentes abiertos: familiares, laborales, sociales... Carlos y Mamen celebraron el viernes la renovación de sus promesas de matrimonio tras 25 años casados más cinco de novios. A tenor de lo que escuché en la ceremonia, sus hijas Claudia, Elba e Iria, reconocen el valor de lo concreto en la familia. Sus vidas han estado entretejidas de realidades con nombres y apellidos. Y eso es lo que recuerdan y valoran. Y por lo que dan las gracias desde el amor: la crianza desde el respeto y la libertad, los mil sacrificios y el ejemplo dado; la disciplina, la tenacidad y las canciones antes de dormir. Sí, porque la vida es esto; sin lo concreto las palabras se las lleva el viento y por eso hay que jugar, hacer reír o respetar decisiones, aún a sabiendas que no son las mejores a tomar en un momento determinado. La vida es acompañar a los partidos y a los viajes. Y soñar. La vida es asistir a un concierto en la cocina de la casa y bailar en el hogar; evitar el 'outfit' lamentable y enseñar que la mejor prenda serán unos zapatitos de elfo. La vida es lo concreto, sí: dejar subir a la cama y jugar a los leones u organizar el lavavajillas de manera impecable tanto como pasar la aspiradora y que se note. Porque la vida es eso: una canción en el coche, un ejemplo de fe y sacrificio. Lo concreto, siempre lo concreto.