NoticiaStma. Virgen Fiesta del Carmen: «En ella no hubo nunca cizaña» La Virgen del Carmen, en Rosario de la Aurora, por Ancha del Carmen · Autor: A. MEDINA Publicado: 23/07/2017: 16742 La Catedral de Málaga ha acogido este domingo la Eucaristía con motivo de la procesión terrestre de la Virgen del Carmen del Perchel desde su templo de camino al puerto, desde donde inició, ya por la tarde, su procesión marítima. En la homilía que ha pronunciado el Obispo de Málaga se ha explicado el origen de esta advocación mariana y se ha recordado que «todos estamos necesitados de su maternal protección». D. Jesús Catalá ha dedicado un recuerdo especial a «todas las personas cuya vida está vinculada al mar. Rezamos por quienes ejercen su profesión y ofrecen sus servicios a la sociedad en ambiente marinero; y por los que perdieron su vida, sirviendo a los demás o faenando en las aguas». En el contexto de las lecturas de este domingo, XVI del Tiempo Ordinario, en la que se incluye la parábola del trigo y la cizaña, el obispo ha señalado que «el Señor permite que coexista dentro de nosotros lo bueno y lo malo; y que convivan personas más buenas con gente malvada y sin escrúpulos, que vive según su capricho y rechaza a Dios. La Virgen María, Nuestra Señora del Carmen, supo convivir con personas malvadas y con quienes mataron a su Hijo en la cruz. Ella nos puede ayudar a tener paciencia y a soportar la presencia de quienes nos molestan. Ella supo también cuidar el buen trigo, sembrado en su corazón; y en ella no hubo nunca cizaña». Mons. Catalá ha finalizado invitando a los fieles a acogerse a la intercesión de María: «En esta fiesta mariana de la Virgen del Carmen le pedimos que nos acompañe en nuestro caminar; que nos guíe a puerto seguro en este mar alborotado del mundo en que vivimos; que nos acoja en su “Carmelo”, para disfrutar de la contemplación de las cosas de Dios. ¡Virgen del Carmen, estrella de los mares, divina hermosura, Madre del Divino Amor! ¡A ti acudimos con esperanza filial, para que nos acojas en tu regazo! Amén». Puede leer la homilía íntegra aquí