DiócesisHomilías 50 aniversario de los colegios El Romeral y Sierra Blanca (Catedral-Málaga) D. Jesús Catalá junto a una veintena de antiguos alumnos sacerdotes tras la Eucaristía con motivo del 50 aniversario de los colegios El Romeral y Sierra Blanca Publicado: 02/10/2022: 822 Homilía de Mons. Jesús Catalá durante la Eucaristía celebrada en la Catedral de Málaga con motivo del 50 aniversario de los colegios El Romeral y Sierra Blanca 50 ANIVERSARIO DE LOS COLEGIOS EL ROMERAL Y SIERRA BLANCA (Catedral-Málaga, 2 octubre 2022) Lecturas: Hab 1, 2-3; 2, 2-4; Sal 94, 1-2.6-9; 2 Tm 1, 6-8.13-14; Lc 17, 5-10. (Domingo Ordinario XXVII-C) 1.- Estamos a principios del curso reanudando las actividades. La Iglesia nos ofrece en este tiempo la celebración del día de “Témporas de acción de gracias, de penitencia y de petición”, como inicio de un tiempo nuevo. Hemos de ser agradecidos por los dones que Dios nos ofrece y por la oportunidad de hacer tantas cosas buenas. Las “Témporas” son al mismo tiempo: agradecimiento y petición de nuevas bendiciones. En este marco litúrgico celebramos hoy el Cincuenta Aniversario de la creación de los Colegios Attendis en la Diócesis de Málaga: El Romeral y Sierra Blanca; y damos gracias a Dios por los dones recibidos en este tiempo en la hermosa tarea educativa, solicitando el perdón por nuestras limitaciones e infidelidades y pidiendo por los buenos frutos en el futuro. En 1971 en Málaga un grupo de padres preocupados por la educación de sus hijos y por el ambiente social cada vez más laicista, promovieron los dos primeros colegios de Attendis, inspirados por las enseñanzas de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. 2.- Los iniciadores de estos colegios tenían como propósito que las familias fueran fermento de transformación en dicha sociedad y comenzaron en octubre de 1972 con unos 600 alumnos de entre los 6 y 12 años. Los padres deseaban para sus hijos, siguiendo las enseñanzas de Josemaría Escrivá de Balaguer, hoy santo, una educación con ideario católico, para formar “cristianos verdaderos, hombres y mujeres íntegros, capaces de afrontar con espíritu abierto las situaciones que la vida les depare, de servir a sus conciudadanos y de contribuir a la solución de los problemas de la humanidad, de llevar el testimonio de Cristo” (cf. Es Cristo que pasa, Homilías, en El matrimonio vocación cristiana). Este tipo de educación solo se puede realizar mediante una acción conjunta de padres cristianos, junto con los profesores y alumnos, formando una auténtica comunidad educativa. Entre los muchos frutos de esta educación el Señor nos ha regalado varias vocaciones al sacerdocio; algunos sacerdotes concelebran hoy con nosotros; también varias religiosas de especial consagración y muchas personas que han vivido y viven su matrimonio con amor y fidelidad, dando testimonio en nuestra sociedad a quienes denigran la familia o a quienes niegan la posibilidad de mantenerse unidos de por vida. Los matrimonios cristianos sois un hermoso ejemplo y testimonio. ¡Muchas felicidades por este aniversario y por vuestro testimonio de fe! 3.- El profeta Habacuc, ante los problemas y dificultades que vivía la gente, les anima a poner la fe como fundamento de su vida y les dice que el justo vivirá por su fe, mientras que el altanero, el orgulloso, el lleno de sí, el que dice no necesitar a nadie, no triunfará (cf. Hab 2, 4). Hoy, muchos siglos después, acogemos las enseñanzas del profeta Habacuc, porque necesitamos fundamentar nuestra vida en Dios; y porque también hoy existen los mismos problemas de entonces. En el bautismo recibimos las tres virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad, como dones de Dios. La fe es un don de Dios sobre el que descansan los demás dones; y toda renovación se hace por la fe. No hay que poner el corazón en las cosas caducas, que no sacian el corazón del hombre; es necesario mantenerse firmes en la fe y confiados plenamente en Dios. No podemos fiarnos de nuestras estructuras, porque son caducas y necesitan reformarse; y esa reforma se debe hacer siempre a la luz de Cristo. Los apóstoles pidieron a Jesús: «Auméntanos la fe» (Lc 17, 5), porque se veían faltos de fundamento para evangelizar. Nosotros pedimos al Señor que aumente nuestra fe y nuestro amor, porque necesitamos su fuerza para llevar adelante la misión que nos encomienda. Es necesario que nos mantengamos firmes en la fe y confiando plenamente en el Señor. Solo así nuestra actividad dará sus mejores frutos. 4.- El apóstol Pablo nos exhorta a dar testimonio del Señor con valentía: «Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de templanza» (2 Tm 1, 7). Profesar la fe cristiana hoy día no es fácil, considerando que nunca ha sido fácil. Los poderes políticos, ideológicos y mediáticos de nuestra sociedad quieren imponer una educación sin Dios y una escuela estatal única para todos, que elimina la transcendencia, socavando de ese modo el derecho constitucional de los padres a educar según sus propias convicciones. No existe la “educación neutra”, como algunos pretenden defender; es una falacia, porque la educación siempre tiene unos valores o unos contravalores. Los Colegios Attendis sois una alternativa necesaria frente a esta actitud intolerante y dictatorial. En esta sociedad, descreída y pagana, no nos avergoncemos del Señor (cf. 2 Tm 1, 8); antes bien, tomemos parte en los trabajos del Evangelio como nos anima san Pablo (cf. 2 Tm 1, 8). Pongamos como fundamento de nuestra vida a Cristo Jesús (cf. 2 Tm 1, 13); y velemos por el precioso depósito recibido del Señor con la ayuda del Espíritu Santo (cf. 2 Tm 1, 14). La Iglesia es la depositaria de la gran riqueza de la revelación; y nosotros, como miembros, también somos depositarios para compartirlo. Queridos padres y educadores, tenéis una misión eclesial importante: educar a vuestros hijos y alumnos desde la verdadera fe cristiana, desde la luz del Evangelio, desde Cristo que es el Hijo de Dios hecho hombre. ¡No renunciéis a esa tarea, porque os la ha confiado Dios! 5.- El Señor nos pide en el evangelio que hagamos la voluntad del Padre, como también Él hacía su voluntad, que tenía como alimento (cf. Jn 4, 34). Y pone el ejemplo del criado que regresa de su trabajo, cuyo amo le pide que le sirva primero a él antes de comer: «¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado?» (Lc 17, 9). «Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer» (Lc 17, 10). Ante el Señor podemos reconocernos siervos inútiles, porque a veces no hacemos ni siquiera lo que nos manda. Todos los fieles cristianos tenemos la tarea, recibida en el bautismo, de vivir según la voluntad de Dios, dejando aparte la nuestra, al igual que Cristo, que no vino a hacer su voluntad sino la voluntad del Padre (cf. Lc 22, 42). 6.- Os animo a continuar dando testimonio de vuestra fe en vuestras familias, en el ambiente educativo y en medio de la sociedad. Y os exhorto a continuar ofreciendo a esta sociedad la oferta de una educación con identidad cristiana. ¡Enhorabuena con motivo del Cincuenta Aniversario de los Colegios de El Romeral y Sierra Blanca y buen trabajo en el futuro! Pongamos ese futuro en manos del Señor. Pedimos a la Santísima Virgen María que nos acompañe en este inicio del curso y que nos haga testigos valientes del Evangelio. Los ángeles custodios, cuyo recuerdo hacemos hoy, nos guíen en nuestro camino hacia Dios. Amén. Más artículos de: Homilías Encuentro Mundial de las Familias (Catedral-Málaga)50 aniversario de la parroquia de San Sebastián (Coín) Compartir artículo Twitter Facebook Whatsapp Enviar Imprimir