Ha sido a las 8 de la mañana de este martes, 19 de septiembre, cuando el encargado de la apertura del templo se ha percatado de que la imagen de la Virgen estaba en una posición distinta a la habitual, sin corona y sin manto. Asimismo el sagrario había sido movido de su sitio, puesto encima del altar, y abierto con la propia llave que se guardaba dentro de un cajón de la sacristía. Había formas esparcidas alrededor del mismo. Puesto en contacto inmediatamente con el párroco de la localidad, Felipe M. Gallego, que se acercó a comprobar el alcance de los desperfectos, realizaron una evaluación más a fondo que, ha arrojado diversas pérdidas patrimoniales importantes. 

Destaca la desaparición del niño Jesús que sostiene la Virgen en su mano, del manto que portó la imagen en su reciente romería y que llevaba prendadas diversas joyitas depositadas por los fieles, el copón y el dinero que había en los cepillos destinados al sostenimiento del culto y de los necesitados. En un primer análisis, la imagen de la Virgen no ha sufrido desperfecto alguno. 

Según el párroco, «los autores del robo han entrado forzando de forma limpia la reja de una de las ventanas de la sacristía, las puertas de acceso de la sacristía al vestíbulo y del vestíbulo al templo y, posteriormente, el cristal blindado que protegía a la Virgen».