Así se expresaba en COPE Málaga:

¿Qué ha supuesto para ti concluir el Bachiller, concluir esta fase?

Ha supuesto el final de una etapa larga, porque he tenido que compaginar mi actividad laboral con los estudios pero, desde luego, era un reto para mí importantísimo en el sentido de estudiar determinadas materias dentro de la Teología y comprobar que había muchas cuestiones muy interesantes en ella. 

¿Qué te animó a comenzar estos estudios?

Lo que me animó a comenzar estos estudios de Teología fue la entonces Escuela de Agentes de Pastoral (hoy Escuela Teológica). Me matriculé y la cursé y mis compañeros de aquella época me decían que a mí me iba a resultar muy corto y que al final terminaría cursando teología, como así fue. Y, realmente, una cuestión muy importante para mí era reafirmarme en la fe, creciendo en la misma. Durante muchos años he estado apartado de la Iglesia porque "no comulgaba" con ciertas cosas. Al regresar, comprobé que tenía la fe un poco cogida con alfileres, por lo que era necesario ver cuáles eran las bases de mi fe porque, aunque seguía creyendo firmemente en Dios, no podía continuar como estaba, en la situación en la que me había apartado de la Iglesia.

¿Qué destacarías de este tiempo de estudios vivido?

Guardo muchos buenos momentos de estos años. En primer lugar, de los docentes porque he tenido el honor de conocer, y de que me impartieran clase, grandes profesores que
desgraciadamente ya no están con nosotros, ya los ha llamado Dios a su presencia, pero que me han dado una base importantísima de todas las materias que he ido cursando. Por otro lado, el compañerismo. He conocido grandes personas, y con eso me quedo.

Entonces, ¿lo recomiendas?

Evidentemente, yo sí recomiendo estos estudios. No solo para cualquier laico más o menos comprometido con su fe, sino que estos estudios pueden venir bien incluso a personas que no sean cristianas pero deseen conocer los fundamentos de nuestra fe.