Durante la entrevista, Aarón, que manifiesta estar en una nube por la respuesta del público, reflexiona sobre su historia de superación, tras la lesión en la pierna que sufrió durante su participación en el musical A Chorus Line que lo mantuvo una larga temporada fuera de los escenarios: «Venía muy acelerado de hacer varios proyectos musicales en Broadway en Washington y la vida me estaba intentando decir que me tomara las cosas con más calma. Yo no escuché aquellas señales y al final, la vida me dijo: "te voy a tener que parar yo". La lesión en la pierna me hizo resetear, cambiar mi escala de valores».

Una circunstancia que ha vivido como una experiencia de resurrección: «el musical va de esa capacidad de resucitar, de renacer como un ave fénix y que, a través de una muerte (porque la lesión fue una muerte en mí), hay una nueva resurrección».

Para este joven artista, de larga trayectoria internacional, «Godspell ha sido un acto de fe de Antonio Banderas y Emilio Aragón», y manifiesta rezar para que la enseñanza que este musical trae consigo toque el corazón de los espectadores: «este mensaje llega y llega mucho más de lo que nosotros pensamos que podría llegar».

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