DiócesisHomilías

Jornada Diocesana de Pastoral de la Salud (Casa Diocesana-Málaga)

Mons. Catalá en las Jornadas de Pastoral de la Salud
Publicado: 05/03/2022: 4941

Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga durante la Eucaristía celebrada en Casa Diocesana Málaga dentro de la Jornada Diocesana de Pastoral de la Salud

JORNADA DIOCESANA

DE PASTORAL DE LA SALUD

(Casa Diocesana-Málaga, 5 marzo 2022)

Lecturas: Is 58, 9b-14; Sal 85, 1-6, 1-6; Lc 5, 27-32.

1.- El profeta Isaías pronuncia una palabra de esperanza en nombre del Señor a quien comparta su pan con el necesitado: «Cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo y sacies al alma afligida, brillará tu luz en las tinieblas» (Is 58, 10).

Quien ejerza la misericordia con su prójimo tendrá buena recompensa: el Señor le guiará y será como un huerto bien regado y como un manantial (cf. Is 58, 11). El manantial es signo de fecundidad, de bondad y buenos frutos.

La misericordia con el prójimo, naturalmente, debe ir unida al amor a Dios, porque ambos son inseparables como las dos caras de una misma moneda. Isaías insiste en que adorar a Dios, santificando sus fiestas y consagrándolas a la gloria del Señor trae alegría, delicia y gozo (cf. Is 58, 14). Si Dios estuviera más presente en la vida de las personas y la gente santificara las fiestas del Señor viviría más feliz. Con ello se nos invita a santificar los domingos y fiestas del Señor, dedicándolos a la lectura de la Palabra divina, a la oración, al descanso y a la fraternidad.

Nuestra sociedad dedica los domingos y fiestas a otras cosas, que nada tienen que ver con la razón fundamental de la fiesta. Desde hace tiempo animo a los cristianos a saludarnos con la frase “Buen Domingo” (o “Feliz Domingo”), en vez de “Buen fin de semana”, que es un invento inglés; porque lo que celebramos es el Domingo, es decir, el “Día del Señor”. ¡Así que acostumbrémonos a decir: “Feliz Domingo”!

2.- Celebramos la XXXIV Jornada diocesana de pastoral de la Salud, con el lema propuesto por la Conferencia Episcopal Española: “Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso” (Lc 6, 36). Y lo hacemos concretándolo en la cercanía a los enfermos y en el acompañar en el sufrimiento.

Jesús nos invita a ser misericordiosos como el Padre. Todos estamos llamados a vivir esta actitud de amor y de acompañamiento. En primer lugar, los agentes sanitarios (médicos, enfermeros, técnicos, personal que asiste y cuida a los enfermos); pero también todos los voluntarios, todos vosotros, que ofrecéis vuestro tiempo precioso para acercaros y acompañar a los que sufren.

Quienes cuidan y acompañan a los enfermos, “tocan la carne sufriente de Cristo, pueden ser signo de las manos misericordiosas del Padre” (Papa Francisco, Mensaje para la Jornada del Enfermo 2022, 3. Roma, 10.12.2021).

Acompañar a quienes sufren la enfermedad es una obra de misericordia, que la Pastoral diocesana de la Salud promueve y anima. La misericordia exige presencia y cercanía.

Los enfermos son pobres en salud, que necesitan atención, acompañamiento espiritual y cercanía de Dios. Debemos ofrecerles un camino de crecimiento y de maduración en la fe, la celebración de los sacramentos y el alimento de la Palabra de Dios. 

En mis “Visitas pastorales” siempre hago visitas domiciliares a los enfermos. Como voluntarios de esta preciosa acción caritativa y eclesial os pido que, además de acompañar a los enfermos, os preocupéis de que tengan un acompañamiento espiritual.

Para ello no debéis tener reparo alguno en solicitar a vuestro párroco que visite más a los enfermos, para celebrar el sacramento de la penitencia o la unción de los enfermos; porque a veces algunos sacerdotes difieren mucho tiempo sus visitas.

3.- El papa Francisco nos recuerda en su Mensaje para la Jornada del Enfermo del presente año, que “la cercanía a los enfermos y su cuidado pastoral no sólo es tarea de algunos ministros específicamente dedicados a ello; visitar a los enfermos es una invitación que Cristo hace a todos sus discípulos. ¡Cuántos enfermos y cuántas personas ancianas viven en sus casas y esperan una visita! El ministerio de la consolación es responsabilidad de todo bautizado, consciente de la palabra de Jesús: «Estuve enfermo y me visitaron» (Mt 25,36)” (N. 5). Se trata de cumplir un deseo del Señor

Hay muchas personas solas, que esperan una visita, una llamada, un gesto de cercanía. No solo son personas enfermas, sino ancianos e impedidos. ¡Cuánto bien podemos hacer acompañando a los que sufren!

En estos días estamos viviendo el horror de la guerra en Ucrania, provocada por Rusia. Se nos pide generosidad con los que están sufriendo. Podemos acompañarlos de muchas maneras: con nuestra oración diaria pidiendo por la paz, y con nuestra ayuda económica.

4.- En el evangelio se nos narra la conversión de Leví, el cobrador de impuestos, considerado un pecador a los ojos de los judíos, a quien Jesús llamó al discipulado para hacerlo apóstol (cf. Lc 5, 27) y «él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió» (Lc 5, 28).

El Señor nos llama también a cada uno de nosotros, para que le sigamos y seamos apóstoles en esta sociedad tan falta de amor, y tan necesitada de misericordia y de paz. El Señor quiere que acompañemos y cuidemos a nuestros hermanos más necesitados y enfermos.

Jesús respondió a quienes murmuraban de su conducta por acoger a publicanos y pecadores (cf. Lc 5, 30): «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos» (Lc 5, 31). Del mismo modo nosotros debemos responder a quien nos pregunte, que Jesús ha venido a llamar a los pecadores para que se conviertan (cf. Lc 5, 32).

Estamos al inicio de la Cuaresma, que es un camino de misericordia y de esperanza.

5.- En la presente Jornada nuestro querido Nacho, delegado diocesano, abordará el tema del “Testamento vital”, que es importante plantear bien y distinguir entre los cuidados paliativos y la mal llamada “eutanasia”, que se confunde con la autorización para matar.

La vida nos la ha regalado Dios y debemos reflexionar sobre la propia vida, la propia la muerte temporal y la vida eterna, así como sobre la dignidad de la persona humana, como imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1, 27).

La legislación que regula el “Testamento vital” en Andalucía es una de las más avanzadas de España. La decisión que exprese el ciudadano sobre su propia muerte prevalecerá sobre la opinión de médicos y familiares, sobre todo en un momento en que la persona ya no puede decidir, por eso hay que hacerlo antes de manera consciente; respetando siempre que el ordenamiento jurídico en vigor.

Málaga es quizás la provincia andaluza en la que más voluntades vitales anticipadas se han formulado. Conviene que propaguemos el “Testamento vital” desde los principios cristianos.

Encomendamos a todos los enfermos y a sus familias a la intercesión de María, Salud de los enfermos. Y pedimos por todos los agentes sanitarios y por el voluntariado, para que, llenos de misericordia, acompañemos con amor y compasión a los enfermos y les ofrezcamos su cercanía fraterna. Amén.

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
Más artículos de: Homilías
Compartir artículo