DiócesisHomilías Apertura de la Visita Pastoral al Arciprestazgo de Álora (Parroquia de Nª Sª del Carmen-Campanillas) Publicado: 29/01/2015: 306 Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, en la apertura de la Visita Pastoral al Arciprestazgo de Álora, celebrada en la parroquia de Nª Sª del Carmen-Campanillas el 29 de enero de 2015. APERTURA DE LA VISITA PASTORAL AL ARCIPRESTAZGO DE ÁLORA (Campanillas-Málaga, 29 enero 2015) Lectura: Hb 10, 19-25. 1.- La lectura de la carta a los Hebreos, que hemos leído, es preciosa para la celebración de esta tarde. La providencia así lo ha querido, pues corresponde a la primera lectura de la Eucaristía de hoy, y es una especie de resumen de lo que sería nuestra vida de cristianos. Es una lectura que me gustaría releyerais durante este tiempo de la Visita Pastoral. Habla de Jesucristo como Sumo Sacerdote, el Sumo Pontífice, el puente entre Dios y los hombres, el que nos permite el acceso a Dios. El autor de la carta hace una especie de introducción, donde imaginaos que la escribe a nosotros; está escrita a los hebreos, pero está escrita también a todos los cristianos de hoy. 2.- En esa introducción, nos dice que tenemos entrada al santuario, iglesia, cielo (cf. Hb 10, 19a). El santuario, el santo de los santos, donde habita Dios. Tenemos entrada en el santuario, que no es solamente en la Iglesia, a través del bautismo, sino en la vida eterna. «En virtud de la sangre de Jesús» (Hb 10, 19b), el Cordero inmolado en la cruz es el que nos ha abierto ese santuario. Es «camino nuevo y vivo que él ha inaugurado para nosotros» (Hb 10, 20). No teníamos acceso a Dios antes de la redención; la humanidad tenía el camino cortado y el Hijo de Dios, haciéndose hombre, abre el camino, porque Él es el camino. Cuidado con algunos cristianos que piensan que Jesús es como el indicador de las carreteras. ¿Por dónde se va a Campanillas? ¿Por dónde se va a Álora? Hay unos indicadores. Jesús no es un indicador, Jesús es el camino. El que quiera acceder a Dios no puede hacerlo sino sólo a través de Él (cf. Jn 14, 6). 3.- Va diciendo el texto que este sacerdote está al frente de la casa de Dios (cf. Hb 10, 21) y luego da una referencia indicando: «acerquémonos con corazón sincero y llenos de fe» (Hb 10, 22). ¿Qué es la fe? (Respuesta de los fieles: “creer”). Pero, ¿qué es: una frase, una actitud, un pensamiento, un hallazgo al que yo llego razonando? (Respuesta de un fiel: “una virtud”). Una virtud teologal, muy bien. Es un don, un regalo de Dios que me permite ponerme en contacto con Él. Las tres virtudes teologales que son... (Respuesta de los fieles: “fe, esperanza y caridad”), son las virtudes que nos ponen en relación con Dios y con lo divino, con el Transcendente, con las realidades mistéricas y transcendentales. Las otras virtudes nos pueden poner en contacto con otras personas: la paciencia con uno mismo y con los demás, la justicia, la fortaleza...; pero las virtudes teologales nos ponen en relación directa con Dios. 4.- El texto de la carta a los Hebreos presenta las tres virtudes teologales. Primero dice: «llenos de fe» (Hb 10, 22a), como don de Dios. Después dice: «Fijémonos los unos en los otros para estimularnos a la caridad y a las buenas obras» (Hb 10, 24). Llenos de fe y estimularnos a la caridad. Y la tercera virtud teologal que dice: «Mantengámonos firmes en la esperanza que profesamos» (Hb 10, 23a). En un breve texto encontramos una síntesis preciosa de lo que es el cristiano y de lo que es la Iglesia: un grupo de creyentes que tienen fe, que caminan en la esperanza a pesar de las dificultades, y que se animan mutuamente en la caridad. Eso es lo que deseo para todas y cada una de las comunidades cristianas, de un modo especial, para las de este arciprestazgo. Este debe ser el modelo de nuestra comunidad. 5.- Después dice más cosas: «con el corazón purificado de mala conciencia y con el cuerpo lavado en agua pura» (Hb 10, 22b). Para vivir llenos de fe, mantener la esperanza y vivir la caridad hace falta limpiarse. ¿Cuál es el sacramento que nos limpia absolutamente de todo? (Respuesta de un feligrés: “el bautismo”). El bautismo limpia absolutamente de todo, porque el sacramento del perdón no nos limpia del pecado original. El bautismo nos limpia de todo. Para poder vivir esta vida necesitamos el bautismo, agua pura. Después necesitaremos el perdón, porque como nos ensuciamos hemos de lavarnos, y nos duchamos. Cuando viene un penitente y me dice que se confesó el año pasado, le suelo preguntar: ¿qué te parece si te ducharas una vez al año? Pues lo mismo con el sacramento del perdón. 6.- El texto también nos dice: «no faltemos a las asambleas» (Hb 10, 25a). El autor de la carta invita a los cristianos, a quiénes escribe, que se mantengan unidos en las asambleas, a que formen parte de la Iglesia, a que no deserten, a que no abandonen la fe. Hay gente bautizada que ha abandonado la fe y, además, pide por escrito la renuncia a la fe. Cuando recibo una carta de esas, de las que todos los años recibimos varias, estoy por responderle que no hace falta que pida nada, si ya no cree qué más le da. ¿Qué esperan oficializar? Probablemente es porque la iglesia, o la secta, donde entran les piden la renuncia a la fe católica para poder ser admitidos. No desertemos de las asambleas. Esta síntesis nos anima a vivir la fe, recibida en el bautismo, como don, y la esperanza y el amor, que también son dones y virtudes teologales. También nos dice cómo hemos de vivir en comunidad. 7.- Hoy realizamos este Acto de apertura de la Visita Pastoral; lo hacemos no con una Eucaristía, que ya lo haré en cada una de las parroquias, sino mediante la oración de las Vísperas que nos propone la Iglesia y que es bueno que nos acostumbremos a rezar con los salmos, porque es dirigir a Dios lo que Él quiere oír de nosotros. ¿Cuál es el peligro que tenemos de rezar siempre con nuestras palabras? Que cuando uno está mal debe hinchar la cabeza a Dios pidiéndole lo de siempre, lo que quiere. Cuando uno está eufórico lo mismo ni se acuerda de dar las gracias o alabar a Dios. La Iglesia, que es sabia y pedagoga, nos anima a rezar con los salmos y cada día de la semana tiene un tinte, un color. El viernes es más penitencial, el jueves es más de misterio de luz, el domingo es la Pascua de la resurrección. Tanto los misterios del Rosario como los salmos nos van ayudando a salir del estado anímico en el que nos encontramos y dirigir a Dios la alabanza, el perdón, la petición que Él espera que hagamos. Y aún en la enfermedad y en el dolor darle gracias; y aún en la alegría pedirle perdón. Con lo cual nuestro espíritu se equilibra. Uno puede estar muy mal y tener que rezar un salmo de alegría o de acción de gracias. Esta es la razón por la que estamos celebrando las Vísperas. 8.- Deseo anunciaros que iré pasando por cada una de vuestras comunidades. Con vuestros sacerdotes estamos haciendo el programa de cada día y nos iremos viendo, dialogando, para conocernos mejor. La Visita Pastoral sirve para profundizar en la figura de la Iglesia, con el obispo a la cabeza, también para conocernos mejor y hacer un alto en el camino. Esto lo repetiré cuando nos veamos en las distintas celebraciones. Es una oportunidad para repensar nuestra vida de fe: ¿cómo llevamos la vida cristiana? ¿Cómo es nuestro testimonio? ¿Cómo va nuestra comunidad? Es una especie de análisis, de repaso y, también, de proyección para corregir lo que no va bien y para promover lo que funciona muy bien, para que vaya mejor. Ya que estamos en una parroquia dedicada a la Virgen del Carmen, vamos a pedir a la Virgen, bajo esta advocación, que nos ayude en ese camino. Ya sabéis que esta advocación es muy propia de las zonas marítimas. La Virgen es como ese faro que acompaña en la travesía del mar, donde la barca a veces zozobra y tiene dificultades. Pues miremos y contemplemos a María, a la Virgen del Carmen, que nos ayude en esta travesía de nuestra vida. Ponemos en sus manos los buenos frutos de esta Visita Pastoral. Que así sea. Más artículos de: Homilías Visita pastoral a la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora (Sierra de Gibralgalia)Jornada sacerdotal diocesana. 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