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Eucaristía con los peregrinos (Basílica de Santa María en Trastevere-Roma)

Publicado: 02/07/2013: 376

Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, en la Eucaristía con los peregrinos en la Basílica de Santa María en Trastevere (Roma) celebrada el 2 de julio de 2013.

EUCARISTÍA CON LOS PEREGRINOS

(Basílica Santa María en Trastevere-Roma, 2 julio 2013)

 

Lecturas: Gn 19,15-29; Sal 25,2-3.9-12; Mt 8,23-27.

1.- Esta mañana, en la misa con el Santo Padre, él nos ha expuesto unos puntos de meditación. Voy a tomar dos de los que él, comentando la primera lectura del libro del Génesis, más o menos, nos ha dicho.

En esta lectura aparece Lot, familia de Abrahán. En las lecturas de los días anteriores Lot se separa de Abrahán porque sus ganados crecían tanto que no podían estar juntos. Lot eligió irse a una zona y Abrahán a otra (cf. Gn 13, 5-9). En ese momento, Lot se encontraba en la zona de Sodoma y Gomorra (cf. Gn 13, 12). Unas ciudades de vida pecaminosa; tanto que eran la representación del pecado.

El ángel del Señor urge a Lot y le dice que salga de Sodoma y Gomorra porque va a destruir la ciudad (cf. Gn 19, 15). Lot no se decide, pero al final, el ángel lo toma de la mano y lo saca fuera (cf. Gn 19, 16-17).

2.- El Papa nos decía que hay que cortar con el pecado, que no podemos estar jugando con el pecado. Quien juega con fuego se quema. Estar jugando con el pecado es «un sí, pero un no»; es arriesgarnos a sucumbir.

Primer punto: hay que cortar, hay que salir, hay que separarse del ambiente, del lugar, del marco en el que el hombre por el pecado puede perder lo más importante. En el caso de Lot él perdería la vida. En nuestro caso, no es que perderíamos la vida física, pero podemos perder la vida espiritual, la vida de gracia que es lo más importante.

Decía el Papa que hay que cortar con el pecado y salir de la situación para salvar nuestra vida.

3.- Segundo punto: no mirar para atrás. La mujer de Lot miró hacia atrás (cf. Gn 19, 26). Si has decidido salir, no vuelvas la vista atrás, no sigas queriendo jugar. No puedes decidir irte y, al mismo tiempo, quedarte a ver qué sucede, querer tener experiencias, combinar ambas cosas.

El Señor nos dice que ante las situaciones de pecado lo mejor es, además de cortar, no volver la vista atrás, no volver a donde estábamos, no querer volver a la misma situación que teníamos anteriormente. Por tanto, mirar siempre hacia delante. Pedir perdón al Señor y mirar hacia el futuro, mirar lejos de lo que pueda estropear nuestra vida de fe, de amor, esperanza y gracia.

4.- El evangelio nos presenta a Jesús en la barca. Por lo que os ofrezco esta reflexión.

A veces, pensamos en negativo: «esto es un desastre, aquí no hay quien salga vivo, las cosas van mal, la sociedad va fatal, en la Iglesia hay mucho pecado…». Entonces, nos desanimamos, nos apesadumbramos y nos deprimimos. No nos damos cuenta de que Jesús es el que lleva la barca de la Iglesia, el Espíritu de Jesús es el que lleva el timón de la Iglesia. Y debemos tener confianza en que la barca no se va a hundir, aunque vaya sobrecargada por el peso de nuestros pecados.

Jesús dormía, pero Jesús estaba allí. Los Apóstoles zozobrando con miedo fueron a despertarlo. No se fiaban de Jesús (cf. Mt 8,25). Jesús puede parecer que está dormido, puede parecer; pero Jesús no está dormido. Jesús nos cuida, está a nuestro lado, nos ama, ha dado su vida por nosotros. Si ha dado su vida por nosotros, ¿cómo nos va a dejar abandonados? Hemos de tener la confianza de que el Señor está con nosotros.

5.- El Espíritu del Señor lleva nuestra vida, lleva la Iglesia. Y en cada momento, el Espíritu concede a la Iglesia lo que necesita. En este momento, necesita un pastor de la Iglesia Universal, un obispo de la Iglesia de Roma, un papa; cada diócesis necesita un obispo. Pero el Señor es el que nos va llevando. Pues no es tanto la persona, no es tanto quién esté de obispo en esta diócesis o quién esté de párroco en mi parroquia, claro que es distinto que haya uno u otro; pero lo esencial, la vida de fe, el perdón de los pecados, el amor de Dios está ahí siempre, esté quién esté.

Quiero daros ánimo porque en estos últimos tiempos hay muchos comentarios negativos en los medios de comunicación sobre la situación de la Iglesia. Este tipo de mareas son pequeñas, como las mareas en un vaso de agua. Se resolverán los problemas, se purificarán las cosas y la Iglesia seguirá. Nuestras diócesis seguirán. Nuestras parroquias seguirán. Y la Iglesia de Jesucristo está con un buen timonel que es Él y no va a zozobrar.

6.- Ya que estamos realizando la peregrinación a Roma, vamos a pedirle al Señor por la Iglesia en Roma, por esta diócesis, por el párroco de esta parroquia de Santa María en Trastevere, por los párrocos de Roma, por los fieles que viven aquí y hemos venido a visitar, por la Iglesia Universal extendida en todo el mundo. Que sea ésta nuestra oración y nuestra confianza en Cristo. Él lleva su Iglesia, la barca es suya no nuestra. No tengáis miedo.

Le pedimos a la Virgen, estamos en una Basílica dedicada a la Virgen, que sea Ella la que esté con nosotros, como estuvo con los Apóstoles. Que esté presente, que nos acompañe, que nos cuide. Esa es la misión maternal que hace la Virgen. Que sea una oración y también un disfrutar de esa presencia maternal de la Virgen entre nosotros. Que así sea.

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