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Jornadas de Pastoral de la Fundación Victoria (Auditorio Diputación-Málaga)

Publicado: 07/02/2014: 483

Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, en la Eucaristía celebrada con motivo de las Jornadas de Pastoral de la Fundación Victoria en el Auditorio Diputación en Málaga, el 7 de febrero de 2014.

JORNADAS DE PASTORAL

DE LA FUNDACIÓN SANTA MARÍA DE LA VICTORIA

(Málaga, 7 febrero 2014)

Lecturas: Hch 17, 16-33; Sal 116; Mt 28, 16-20.

Anunciar el Evangelio a los gentiles

El atrio de los gentiles y la belleza de la fe

1.- Saludo

Inauguramos solemnemente estas II Jornadas de reflexión pastoral de la Fundación Victoria; ya es una marca que se va conociendo.

El tema de las Jornadas está enmarcado en la segunda prioridad pastoral que este curso 2013-14 la diócesis de Málaga está trabajando, y que es prolongación de la anterior, de cara a mostrar la belleza de la fe, a invitar a los gentiles a que entren en la Iglesia.

Se ha leído el texto de Hechos de los Apóstoles en el que Pablo va a Atenas y le invitan al areópago. Quisiera tomar dos o tres apuntes de su forma de actuar que nos pueden ayudar a nosotros.

2.- Preocupación de san Pablo ante la idolatría

«Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se irritaba en su interior al ver que la ciudad estaba llena de ídolos» (Hch 17, 16).

No es una irritación negativa, sino una sana preocupación. Quisiera que de todos nosotros saliera esa sana preocupación en contra de la idolatría que también en nuestras ciudades, no sólo en Atenas, hay actualmente. Hay mucho paganismo, aunque disfrazado sociológicamente de actitudes religiosas.

3.- Diálogo con creyentes y no creyentes

«Discutía, pues, en la sinagoga con los judíos y con los adoradores de Dios y diariamente en el ágora con los que allí se encontraba; incluso algunos filósofos epicúreos y estoicos conversaban con él» (Hch 17, 17-18).

Nuestra segunda actitud ha de ser la de preocuparnos, no sólo de esa idolatría que suele haber en nuestra sociedad, sino esa apertura al otro, ese diálogo con cualquier tipo de persona creyente o no creyente, cristiano o no cristiano, católico o no católico que pueda entrar en contacto con nosotros.

Lógicamente estamos en el ambiente educativo de los colegios de la Fundación Victoria, pero esto se abre a cualquier campo de cada uno de nosotros: la familia, el trabajo, la sociedad, el ocio, los vecinos… a todos los niveles.

4.- Pedagogía de san Pablo: Partir de la experiencia

¿En qué consiste la pedagogía de Pablo, preocupado por el otro y que se acerca y sale al otro? Lo que el papa Francisco nos ha dicho tantas veces: que salgamos y no esperemos a que lleguen para explicarles nuestra fe, que salgamos al otro, a los demás, a fuera, a la periferia.

Nuestros colegios inicialmente estaban todos en la periferia, ahora al crecer la ciudad se han quedado todos dentro. Pero cuando nos critican que nuestros colegios están bien situados en la ciudad actualmente, hay que recordarles que hace 60 o 100 años en esos lugares no había nadie, eran las barriadas más marginales donde ahora ya no son barriadas marginales.

Hemos de mantener esa actitud de salida que el papa Francisco nos anima.

La pedagogía de Pablo parte de la religiosidad popular. «Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, veo que sois en todo extremadamente religiosos» (Hch 17, 22), no dice cristianos, dice sois religiosos.

Aquí está entre nosotros D. Ginés, obispo de Guadix, y le doy la bienvenida, que después tendrá la primera intervención, y hemos conversado muchas veces -puede dar testimonio de ello-, que en nuestras diócesis del Sur, en Andalucía hay mucha religiosidad que no siempre es cristianismo; algo muy parecido a lo que Pablo detecta en Atenas.

¿Por qué Pablo decía eso? «Porque, paseando y contemplando vuestros monumentos sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: "Al Dios desconocido". Pues eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo» (Hch 17, 23).

Pablo parte de la expresión natural y humana del hombre como ser religioso, como ser que está unido y vinculado, “religado” decía Zubiri, a la trascendencia, al Dios personal. Pues bien, nuestros paisanos tienen muchas manifestaciones de religiosidad popular, pero no todas son cristianas.

A lo mejor esto os está chocando a más de uno y quizás me pidáis una explicación, no lo voy a hacer ahora; pero lo podemos hacer en otra ocasión. Ahora quedaos con esta idea que es importante.

Pablo es un gran pedagogo y una persona dialogante; él parte de la experiencia humana de admirar la creación. Eso es un hecho patente, es una realidad.

El papa Francisco en la Exhortación Evangelii Gaudium habla de cuatro grandes criterios que comenté con los directores de los colegios. Uno de ellos es que es más importante y que es primigenia la realidad respecto de la teoría o la idea; la realidad se impone. La Creación se impone, el ser humano está ahí, está delante de mí, la persona, la naturaleza, el Cosmos creado por Dios, eso no me lo invento, me viene dado, me viene regalado. Pablo parte de la Creación, parte de un hecho incontestable, ahí está la Creación.

En el libro de la Sabiduría, capítulo 13, anima a descubrir al Hacedor a través de la obra creada. Esa es una pedagogía preciosa.

Añado ahora otra pedagogía que Pablo utiliza, aunque no aparece en el texto de los Hechos, pero estoy seguro que el Apóstol en sus conversaciones las tenía y os animo a tenerlas. Se trata de animar a nuestros interlocutores a que piensen en la felicidad y el amor. ¿Quién no busca la felicidad? Todos las buscamos. La búsqueda de la felicidad va en relación directa al amor, a la vida y a la verdad. Conviene suscitar en el interlocutor nuestro esa ansia que tiene de felicidad y ayudarle a encontrar lo que busca, a veces angustiado; o que lo intenta buscar en algún sitio o ambiente donde no lo encuentra. Esto dentro de la pedagogía.

5.- Anuncio de la resurrección del Señor

Y después de estos preámbulos, ya Pablo de una manera explícita, habla de Cristo crucificado y resucitado. En este caso anuncia a Cristo resucitado: «Anunciaba a Jesús y la resurrección» (Hch 17, 18).

Es necesario tanto al pagano, en nuestros atrios, en nuestros ambientes, en nuestros colegios, como a los ya creyentes hablarles explícitamente de Cristo. Pablo VI decía que, de lo contrario, no hay anuncio. Si releéis la Evangelii Nuntiandi dando toda la explicación que él hace a través de círculos concéntricos para al final decir: el cristiano tiene que hablar claramente de Jesucristo, predicar a Cristo crucificado, muerto y resucitado. Ese es el gran anuncio. Si nos quedamos antes, no hemos anunciado. Ni siquiera los gentiles en el atrio se quedarán satisfechos, porque esperan de nosotros esa palabra y hay que decirla.

6.- Mandato de Jesús

Finalmente, en el Evangelio de Mateo el Señor nos ha dicho esta tarde: «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28, 19).

Pues, aunque estemos reflexionando en el atrio de los gentiles y en expresar lo bella que es nuestra fe, al final nos manda, es un mandato: “id y anunciad”, “id y haced discípulos”, “id y bautizad”.

Lógicamente el ambiente escolar no es catequesis, lo he dicho muchas veces y lo repito, y ha sido una crítica que nos han hecho algunas veces desde ciertos ámbitos. No se pretende ni se debe hacer catequesis en los colegios. La catequesis se hace en el ambiente de la parroquia o dónde se celebran los misterios de nuestra fe.

Puede haber catequesis, no la rechazo totalmente; pero el ámbito propio es el ámbito de la oferta, del anuncio, de la invitación. Después si ese pagano que está en el atrio acepta a Jesucristo ya habrá momentos y lugares más adecuados para formar la fe de manera sistemática, que eso es la catequesis. Ya habrá celebraciones y ámbitos para celebrar y vivir la fe.

La Eucaristía no es necesario que se celebre en el colegio, es preferible que mandemos a los niños a sus parroquias respectivas. Eso no quiere decir que ocasionalmente en el colegio se puedan confesar los niños, puedan celebrar el Miércoles de ceniza o puedan celebrar una Eucaristía de acción de gracias; pero no de forma habitual. Los domingos no hay misa en los colegios para nuestros alumnos, pero sí que hay que invitar a que la celebren en sus parroquias.

Vamos a terminar esta reflexión pidiéndole a la Virgen de la Victoria, titular de la Fundación y Patrona de la diócesis, que nos ayude a llevar a cabo esta hermosísima tarea de pregonar la fe, de anunciarla y de dialogar en el atrio de los gentiles con las personas que entramos en contacto.

Que la Virgen nos acompañe y le pido que estas II Jornadas de reflexión pastoral sean fecundas, nos llenen, nos ayuden a “cargar las baterías” para seguir el camino que el Seños nos traza. Que así sea.

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