NoticiaActualidad Pablo de Tarso y sus colaboradores Publicado: 12/09/2008: 5092 • Novedad editorial Para el presente curso pastoral 2008-2009 ofrecemos estos temas formativos relativos a “San Pablo y sus colaboradores. La Persona y el Mensaje de San Pablo”. Estos temas siguen con fidelidad (con algunas adaptaciones imprescindibles a nuestras circunstancias), algunas de las catequesis que el Papa nos ha ido ofreciendo hasta la fecha en las audiencias generales de los miércoles. A la figura del apóstol Pablo ha dedicado el Papa dos ciclos de catequesis, que todavía continúan. Con ellas nos ayuda a vivir con intensidad el Año Paulino, que ya estamos celebrando, en el que conmemoramos el segundo milenio del nacimiento de san Pablo. El Año Paulino se propone a la Iglesia universal, entre otros fines, como ocasión para revitalizar nuestra fe y nuestra misión en la Iglesia y en el mundo de hoy, a la luz de las enseñanzas de san Pablo; para redescubrir la figura del apóstol Pablo, su actividad y sus múltiples viajes misioneros; para revivir los primeros tiempos de la Iglesia; para releer sus cartas y profundizar en sus ricas enseñanzas, dirigidas a los “gentiles”; para meditar sobre su vigorosa espiritualidad apostólica; y para trabajar por la unidad de todos los cristianos. Es fácil percibir la sintonía y coincidencias que se dan entre el objetivo de nuestro Plan Pastoral para este curso y Año Paulino. En san Pablo encontramos una de las figuras más relevantes de la Iglesia primitiva. La Comisión Diocesana para el Año Paulino resaltó algunos aspectos de su figura y mensaje, por su especial sintonía con nuestro Plan Pastoral, centrado este año en el “vivir en Cristo”: Su experiencia de encuentro personal con Cristo, que se constituye en el centro de su vida, marcando un antes y un después (Flp 3, 4-11) que le lleva a proclamar “para mí la vida es Cristo” (Flp 1, 21); su ardor evangelizador: “¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!” (1 Cor 9, 16); su entrega apostólica, con riesgo continuo de su propia vida (2 Cor 11, 16-32); su sensibilidad para proponer el evangelio que “ha recibido” en contextos culturales nuevos y en el lenguaje y cultura de las personas a las que se dirigía; su insistencia en la necesidad de vivir “en Cristo” (cf. Rom 6,1-11); la espiritualidad, el dejarse conducir por el Espíritu como clave de la vida Cristiana (cf. Rom 8). Este año paulino es una excelente ocasión para valorar la personalidad del apóstol de las gentes y empaparnos de su rica doctrina. Su ingente tarea evangelizadora, nos empuja a empeñarnos aún más en el objetivo central de nuestro proyecto pastoral: Fortalecer y transmitir la fe. Que estos temas, que tienen orientaciones para el trabajo y la oración personal y grupo, aviven en nosotros el talante y ardor evangelizador del Apóstol, su decidida entrega apostólica, su pasión por el Evangelio y por la gente. Alfonso Fernández-Casamayor Palacio, Vicario General Descarga Esta publicación se encuentra disponible para su descarga en formato PDF a través del siguiente enlace. Autor: Obispado de Málaga