NoticiaHermandades y Cofradías José Luis Pérez Cerón: «El cofrade también necesita saber en qué cree» Jose? Luis Pe?rez Cero?n Publicado: 15/03/2023: 17172 Formación Inmersos en el tiempo de Cuaresma, José Luis Pérez Cerón, hermano de la Pollinica, habla sobre la importancia de la formación de los cofrades para poder dar razones de la fe que profesan públicamente. Las iniciativas formativas son también, para él, oportunidades únicas para suscitar el encuentro comunitario en el seno de las hermandades. Es hermano desde hace 25 años de la hermandad que encarna la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén. ¿Por qué la Pollinica? Tenía apenas nueve años cuando me empeñé en salir en una procesión. El problema estaba en que mi familia era más del Sepulcro y yo, tan pequeño, no iba a aguantar una procesión hasta tan tarde; así que, con la inocencia propia de esa edad, les propuse a mis padres ir preguntando por todas las cofradías para ver en cuál podía salir. La primera por orden de salida es la Pollinica, y por eso soy pollinico. La Diócesis de Málaga anima a todos los cofrades a tener «una formación teológica básica que les permita dar razón de su fe en medio del mundo». En este sentido, en Pollinica han celebrado recientemente unas jornadas de formación para cofrades. Tenemos el objetivo de convertir la cofradía en un lugar de aprendizaje y formación en distintos aspectos, así como en un lugar de encuentro entre cofrades para compartir experiencias e inquietudes comunes. Para ello, hemos realizado varias mesas redondas con la intención de ahondar en la dimensión social y de comunidad cristiana que somos las cofradías. El reto es cuidar a nuestros hermanos y no solo pensar en las imágenes o en la estética de la Semana Santa, sino entrar también en que las cofradías funcionen bien como comunidad, en la que los hermanos se preocupen unos de otros. ¿Existe una verdadera inquietud entre los cofrades por la formación? Existe una inquietud, lo que ocurre es que nada más que nos enfocamos a determinada formación, como pueden ser ciclos de música o de hombres de trono, pero en cambio, se echan en falta otras dimensiones de la formación, como la espiritual, que es esencial. Y existe demanda, porque el cofrade también necesita entender su dimensión de fe. Tiene que saber en qué cree y eso no es solamente tener devoción a una imagen, sino entender la trascendencia que tiene el mensaje del Señor y cómo aplicarlo a su vida. Esa sería una de las cuestiones más necesarias, en mi opinión. ¿Y las cofradías apuestan por este reto? Hace unos años, hasta la pandemia, existían los cursos “Veranos de Pasión” que organizaba la Fundación Universitaria Española. Era un espacio de debate muy limpio, muy sano, en el que la gente podía participar, pero al que quizás le faltaba difusión. Ahora es necesario que sean las mismas cofradías las que generen este tipo de debate, que participen, que se mojen en conocer su realidad y en tratar de modificar aquello que creamos que pueda ser mejorable, y esto es aplicable a todas. Que seamos nosotros mismos los que, a partir de esta formación, construyamos los pilares de nuestra comunidad cofrade, sin menoscabo de la formación ofrecida en las parroquias y en los centros teológicos de la diócesis. Javier Gallardo