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50 aniversario de la parroquia de Santa Inés (Málaga)

Mons. Catalá junto al párroco de Santa Inés, Francisco Castro
Publicado: 21/01/2023: 8715

Homilia del Sr. Obispo en la Misa con la que se conmemoró el 50 aniversario de la parroquia de Santa Inés, en Málaga

50 ANIVERSARIO DE LA PARROQUIA DE SANTA INÉS

(Málaga, 21 enero 2023)

Lecturas: Is 8, 23 – 9, 3; Sal 26, 1-4.13-14; 1 Co 1, 10-13.17; Mt 4, 12-23.

1.- El profeta Isaías, en la primera lectura proclamada, anuncia la llegada de la luz que ilumina al pueblo que camina en tinieblas. Esta luz brilla en medio de un pueblo pagano, que habita en sombras de muerte (cf. Is 9, 1); este texto lo escuchamos en la Noche de Navidad, referido a Cristo, Luz de las gentes.

El anuncio del profeta es actual, porque también hoy muchos coetáneos nuestros caminan en oscuridad y en sombras de muerte, lejos del Señor de la vida, Señor de la verdad y de la libertad.

Jesús nos ha dicho que somos luz del mundo (cf. Mt 5, 13), y debemos reflejar su Luz. Los cristianos somos testigos de la presencia salvadora de Dios, de la alegría que nos ofrece su salvación, del gozo de romper las cadenas de esclavitud que nos atan, del tesoro encontrado en la verdad, de la Luz de Dios que alumbra el corazón del ser humano.

La parroquia de Santa Inés ha sido en estos años y continúa siendo un faro de la luz del Evangelio, que ilumina a quienes caminan en tiniebla, buscando a tientas a Dios.

2.- Esta comunidad cristiana celebra el 50 Aniversario de la creación de la parroquia, que inició su andadura en una Capilla de la Fábrica de Ladrillos “Santa Inés” del empresario Modesto Escobar. Es bueno recordar esto para dar gracias a Dios.

Para la gran misión del año 1950 se habilitó un local de cine atendido por el párroco carmelita del Puerto de la Torre. En 1962, con motivo de la Visita pastoral del obispo auxiliar, Emilio Benavent, se le solicitó la creación de la parroquia; pero no será hasta 1972 cuando el obispo Ángel Suquía la instituyó.

La primera piedra del nuevo templo fue bendecida por D. Antonio Dorado en 1999; y en el año 2002 consagró el altar y bendijo el nuevo complejo parroquial.

Agradecemos el esfuerzo y la colaboración de todos, desde los inicios, para que la colonia de Santa Inés tuviera una parroquia; es decir, una luz que alumbra, un manantial de aguas que revitalizan y fecundan los campos de mies, a los que el Señor envía trabajadores (cf. Lc 10, 2). Vosotros, queridos fieles todos, sacerdotes, religiosos y laicos, sois los trabajadores de esta viña.

3.- Tenemos presentes en nuestra memoria a todos los feligreses, que en estos 50 años han participado en la comunidad, y deseamos agradecer la colaboración. De modo especial, agradecemos la labor pastoral de los párrocos que la regentaron: D. Francisco Rengel Cansino (1972-1973), D. Rafael Quijana Carretero (1973-1983), D. Francisco Millán Vázquez (1983-2002), a quienes el Señor tenga en su gloria y hoy pedimos por su eterno descanso.

Y agradecemos a los párrocos que están presentes entre nosotros y comparten hoy la Eucaristía, D. Antonio-Jesús Coronado Morón (2002-2010), D. Felipe Reina Hurtado (2010-2015), y D. Francisco Castro Pérez (desde 2015 hasta hoy). Agradecemos lo que cada uno de ellos ha ido poniendo según su estilo y sus facultades.

También damos gracias a cada uno de los feligreses, que enriquecéis la comunidad con vuestro testimonio y con vuestro ser cristianos.

Damos gracias a Dios por esta hermosa comunidad cristiana de Santa Inés y pedimos por los buenos frutos que ha ido dando y esperamos siga ofreciendo a la Iglesia. La historia continúa; los fieles cambiamos, pero la comunidad eclesial permanece.

4.- El evangelio de hoy presenta a Jesús, que inicia su vida pública predicando la conversión: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos» (Mt 4, 17). El Señor nos invita hoy a todos nosotros a la conversión, para abandonar lo que nos tiene amarrados y nos aparta de Dios y del seguimiento de Jesucristo. Todos estamos en proceso de conversión.

Jesús llamó a sus primeros discípulos, los hermanos Simón y Andrés (cf. Mt 4, 18); y otros hermanos, Santiago y Juan (cf. Mt 4, 21), que eran todos ellos pescadores, para hacerles «pescadores de hombres» (Mt 4, 19). Ellos, con diligencia y sin tardanza, «dejaron las redes y lo siguieron» (Mt 4, 20.22).

El Señor también nos invita hoy a ser pescadores de hombres; puesto que hay muchas personas que aún no han entrado en la Iglesia, o que fueron bautizados en su infancia, pero no han personalizado la fe; no han realizado un encuentro personal con el Señor. A todos ellos podemos ayudarles a renovar su fe.

Tanto de manera personal como comunitaria, el Maestro nos llama para anunciar la Buena Nueva del Reino, que ya se ha hecho presente entre los hombres.

La misión que nos encomienda es preciosa, como hacía él recorriendo la Galilea: «enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo» (Mt 4, 23).

Hay mucha enfermedad y sufrimiento en nuestra sociedad. Y el Señor nos hace sus colaboradores para acoger, cuidar, acompañar y sanar a tantas personas necesitadas de amor y de misericordia.

¡Querida comunidad cristiana de Santa Inés, sois presencia sanante en esta barriada, que crece a ritmo acelerado! El Señor os pide que seáis sus colaboradores, que seáis pescadores de los hombres que viven a la deriva, “des-pistados” del verdadero camino, que es Cristo y lleva a la auténtica felicidad y a la salvación.

5.- La Iglesia celebra hoy el Domingo de la Palabra de Dios, que instituyó el papa Francisco en 2019. El lema es: «Os anunciamos lo que hemos visto» (1 Jn 1, 3), que va en consonancia con la misión de ser testigos de Cristo y pescadores de hombres. Debemos ser testigos de la Palabra, que hemos escuchado; de lo que hemos visto y del encuentro que hemos tenido con Cristo.

Nos urge la necesidad de familiarizarnos con la Sagrada Escritura y con el Resucitado, quien no cesa de partir su Palabra y el Pan eucarístico en la comunidad de creyentes, para alimentarnos y quitar nuestras cegueras.

Este año tenemos en cuenta que en España se celebra la cercana fiesta de san Enrique de Ossó, patrón de los catequistas. Con ello se pretende concienciar sobre la responsabilidad que tiene la parroquia en la catequesis, como formación sistemática y orgánica.

Animo a toda la comunidad a profundizar en la Palabra de Dios y a dar testimonio valiente de nuestra fe, educando a quienes desean seguir a Jesucristo como su Salvador y Señor.

Como ejemplo tenemos a Santa Inés, titular de la parroquia: una adolecente de unos doce años, quien, sin tener capacidad para dar testimonio legal en la sociedad, dio testimonio de Jesús con su martirio. Ella fue ejemplo de castidad, que tan poco valorada está en nuestra sociedad; y ejemplo de testimonio de fe hasta dar su propia vida, siendo quemada viva.

6.- En esta Eucaristía algunos adultos recibirán el sacramento de la Confirmación, que les fortalecerá para dar testimonio del Evangelio y propagar la Luz de Cristo. ¡Enhorabuena por recibir los dones del Espíritu Santo y completar vuestra iniciación cristiana! Ahora comenzáis una etapa nueva de madurez y de testimonio.

Pedimos a Santa Inés, titular de la parroquia, que interceda por todos nosotros y nos ayude a dar testimonio valiente, como ella lo dio. Como bien sabéis, Inés fue una mártir cristiana en tiempo de Diocleciano, que prefirió a Cristo a los halagos del mundo y a quienes la pretendían como esposa. Sin embargo, hay mucha gente que prefiere los halagos del mundo; y a ellos debemos darles la Buena Nueva.

Que la Santísima Virgen María nos acompañe en la nueva década que la parroquia comienza a cumplir, tras su 50 Aniversario. La comunidad cristiana de Santa Inés debe seguir estando presente en esta barriada, porque hacen falta testigos que puedan anunciar el Evangelio. A todos os pido que seáis como Santa Inés, la mártir, la testigo de Cristo. Amén.

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