Como explica Mª Dolores Bullón, alcaldesa de Alpandeire y devota del fraile, «durante la celebración se suele sacar una reliquia de Fray Leopoldo para que todos los asistentes puedan besarla. Más tarde, la imagen sale en procesión por las calles de su pueblo natal sobre un trono portado por mujeres y hombres. Posteriormente, los vecinos, junto con el Ayuntamiento, ofrecen un arroz en el recinto ferial y este año, la recaudación irá destinada a la construcción de una ermita en Alpandeire, cuyas obras darán comienzo el próximo mes».

A las 19.00 horas del mismo día, es tradicional la salida procesional de la Virgen María Auxiliadora hasta la zona del Cerrejón, donde se encuentra un monumento a Fray Leopoldo. En este lugar también se llevará a cabo, como cada año, un sorteo de objetos con la imagen del religioso.
devoción incalculable

«La devoción que le tenemos es incalculable. Lo sentimos así por la humildad tan grande que tenía y su ayuda al prójimo. Él no tenía nada, pero lo poquito que tenía lo entregaba a los demás. Desde siempre fue educado en el amor hacia Dios y, tanta era su generosidad que, cuando volvía de la siega de Jerez, pues era costumbre que los hombres de esta localidad segaran en dicha ciudad, él no traía ni un duro porque todo su sueldo lo había repartido entre los pobres. Hasta el calzado que traía lo entregó a los pobres», expresa Mª Dolores.

Bullón tuvo la oportunidad de conocer y visitar de manera frecuente al último cuidador de Fray Leopoldo, Fray Alejando de Málaga. «Siempre nos dejaba objetos de Fray Leopoldo para el museo. Pero lo que más me sorprendió fue su última voluntad. Dejó escrito que enterraran su cuerpo en la Ermita de Alpandeire, pues le hablé sobre su creación. Actualmente, los restos de Fray Alejandro están en el cementerio del pueblo, pero sus cenizas serán trasladadas hasta la Ermita para estar al lado de la imagen de Fray Leopoldo, tal y como él quería. Fray Alejandro de Málaga siempre me decía que el cuerpo de Fray Leopoldo está en Granada, pero su espíritu está en Alpandeire» cuenta Mª Dolores con la voz quebrada al pensar en cumplir la última voluntad de Fray Alejandro de Málaga.

Ana Arjona/Verónica Gheorghe