Eucaristía: Agrupación de Hermandades y Cofradías
Eucaristía: Agrupación de Hermandades y Cofradías
10 de noviembre de 2000
1.- La parábola del administrador infiel nos ilumina sobre el sentido de nuestra identidad cristiana y nuestra misión en la Iglesia.
2.- Lo primero que nos dice es:
a). Que el Amo es Dios. La Iglesia tiene un solo Señor, al que sirve sirviendo. La Iglesia (y las Cofradías) es de su Señor y para el servicio del Evangelio al mundo. Todos los planes y proyectos que la Iglesia se propone tienen como objetivo servir mejor al Señor y a la sociedad.
Nosotros somos nada más y nada menos que administradores del Señor. Nada más porque nada es nuestro ni podemos hacer lo que nos parezca. Y nada menos porque el Señor pone su confianza en nosotros, en la Iglesia. Se nos confía una gran riqueza (la salvación de Dios) y se nos otorga una plena confianza,
b). Sólo se nos pide:
• una actitud de escucha (astucia para conocer lo que quiere el Amo, el Señor,
• fidelidad a sus planes y obras,
• y servirle sólo a Él y no a nosotros ni a otros intereses.
c). Como administradores que somos el Señor pide que le demos cuenta de nuestra administración y que tengamos en cuenta sus deseos.
3.- Hoy es un día propicio para rendir cuentas al Señor de nuestro trabajo en este año.
Me atrevo a decirle, en vuestro nombre, y desde mi visión personal de las cosas, que este curso ha estado centrado principalmente en la celebración del Gran Jubileo,
- en sus tres objetivos de evangelización, comunión eclesial, y formación.
Presentar al Señor todas nuestras acciones: catequesis, conferencias, celebración de culto, obras sociales, …
… y en ciertas manifestaciones públicas, entre las que destaco:
- el Vía-Crucis,
- la peregrinación a la Catedral,
- la coronación canónica de la Virgen de la Trinidad,
- el Pregón y los Días Santos,
- la promesa de construir un templo en una barriada pobre.
Retos:
- Fe profunda.
- Clara identidad cristiana y eclesial, y
- Sensibilidad social.
+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga