La parroquia de Virgen Milagrosa y San Dámaso, en Málaga capital, posee dos lucernarios, uno a la entrada y otro a la salida del templo, que con el paso del tiempo han sufrido un profundo deterioro. Andrés Lozano, encargado de la economía en el consejo parroquial, nos explica que «el material plástico, policarbonato, es el mismo desde que se construyó la parroquia, y tiene ya grandes boquetes que dejan entrar el agua. El problema plantea riesgo de caídas, por lo que es algo urgente. Cuando se vio la necesidad de cambiarlo, se pidió presupuesto y la necesidad de obtener su financiación».

El consejo parroquial, en el que están representados los distintos grupos y organismos parroquiales, aprobó el proyecto, que incluye otro tipo de material, del tipo "vidriera", y se presentó a toda la comunidad. «En el altar mayor va una imagen del Espíritu Santo y a la salida va el Resucitado, cuenta Lozano. UNa vez aprobado, empezamos a pedir donativos a particulares, entidades y colaboraron la cofradía de la Piedad, las Hijas de la Caridad... Además, realizamos dos colectas extraordinarias y entre varias ideas, surgió el Torneo de Pádel, que propuso Francisco Bonilla, feligrés de la parroquia».

Bonilla lo planteó desde su compromiso con la parroquia. «Yo estoy dentro de uno de los grupos de adultos, y cuando conozco el problema, se me ocurre la posibilidad de organizar un torneo de Pádel. Y empezamos a movernos». Bonilla destaca el gran apoyo que han recibido. De momento hay 130 parejas apuntadas, lo que les hace pensar que la iniciativa va a ser todo un éxito. La difusión se ha realizado a través de las redes sociales, carteles, mensajes de móvil e implicando a las cofradías y el resto de grupos cercanos a la comunidad.

Para participar hay que aportar 40 euros por pareja, e inscribirse en una de las nueve categorías: 2ª, 3ª, 4ª y 5ª masculina; 2ª y 3ª femenina, dos mixtas, una para personas de más de setenta años y una para adolescentes y jóvenes. Además,  se ha creado también una fila cero, para aquellas personas que quieran participar sin jugar. 

«Esperamos que, además de un evento deportivo y solidario, sea un momento de convivencia, afirma Bonilla. El torneo ha salido porque todos hemos puesto un poquito». Entre los patrocinadores destaca el Grupo Vals, del Centro Deportivo "El Cónsul", que han cedido las instalaciones y organizan el torneo. Los premios son de diferente cuantía e incluyen también trofeos y regalos como viajes, fines de semana en Paradores Nacionales o bonos para gimnasio, entre otros. «Las colaboraciones han sido múltiples y bastante generosas» afirma Francisco Bonilla.

Andrés Lozano corrobora que «la respuesta de la gente ha sido muy buena, porque es una necesidad tan visible que todo el mundo reacciona bien. Nuestra parroquia, aunque estamos en un barrio humilde de Málaga y en tiempos de crisis, está muy viva: tenemos tres grupos de adultos trabajando la Lectio Divina, catequesis de iniciación cristiana en distintos niveles, un grupo de unos 40 jóvenes entre 16 y 18 años, un grupo de liturgia, Adoración Nocturna... y por esa misma vida podemos afrontar este tipo de gastos».