Este conferenciante hablaba de la Pasión, pero lo hacía con el lenguaje de hoy. Es muy fácil repetir la terminología evangélica sin más, sin introducir los toques de modernidad que hacen falta para que el relato no nos resulte distante y despersonalizado. 

Estas conferencias usaban el lenguaje de la calle, las comparaciones que hoy están en boca de todos, los ejemplos más actuales y que no se suelen encontrar en los libros piadosos. Con razón, una señora comentaba al término de una de las conferencias: “Este hombre nos mete la Pasión en el centro de nuestra vida”. Éste es su secreto. Unir Evangelio y vida actual, acercar a Jesucristo a la mentalidad de hoy.