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Unas vacaciones sagradas

Publicado: 29/06/2012: 2637

En estos meses, la Diócesis de Málaga acoge a miles de turistas. Visitantes y locales encuentran en ella un lugar privilegiado de descanso, encuentro con Dios y revitalización de la práctica religiosa.

Los destinos nacionales han aumentado su valoración entre los turistas españoles debido a la calidad de sus servicios e influidos también, cómo negarlo, por la actual coyuntura económica. Andalucía superó los 21,7 millones de turistas el año pasado (más del 60% proceden del territorio nacional y, de ellos, más de la mitad, de la propia región), y entre los aspectos más valorados por quienes nos visitan se encuentran los monumentos que son patrimonio de la Iglesia Católica en aproximadamente un 80%.

Estos datos ponen de manifiesto dos realidades que nos interpelan: por un lado, el valor de nuestra Iglesia, que une, a los muchos encantos de la provincia, templos, santuarios y ermitas donde el visitante puede “hacer respirar el alma”. Por otro lado, la multiplicación de la población residente, que exige un esfuerzo aún mayor para atender pastoralmente a personas de lenguas y culturas diversas. Con este objetivo, el Departamento de Peregrinaciones, Santuarios y Turismo de la Diócesis de Málaga distribuye en el periodo estival un folleto en múltiples idiomas con una carta de bienvenida a los turistas así como información útil para la práctica de la fe en nuestra tierra.

Su director, Emilio López Navas, es también párroco en Ntra. Sra. del Carmen de Torremolinos, un templo ubicado en pleno barrio de La Carihuela donde, además de acoger a miles de visitantes, es mucha la población local que trabaja en el sector servicios, y a los que hay que atender de manera especial en los meses estivales. Para ello, esta parroquia, como muchas otras, amplía sus horarios, y permanece abierta ininterrumpidamente desde las 9.30 horas hasta, en ocasiones, las 23.00 horas. «Mucha gente quiere rezar y encontrar un poco de paz en medio del tumulto de las vacaciones, afirma López Navas. Algunos de los que trabajan en hoteles y chiringuitos se pasan por la parroquia a hablar con el párroco o simplemente a dejar una vela o rezar una oración delante de la Virgen».

LA SEGUNDA PARROQUIA

Málaga es muy diversa y las características del turismo varían mucho con dependencia de la zona. A pesar de ello, el responsable de turismo de la Diócesis de Málaga, Emilio López Navas, es de la opinión de que, en general, tenemos un turismo fidelizado, que repite casi siempre el destino por la buena atención y la calidad de los servicios. «En verano, muchos de los que nos visitan son españoles que vienen buscando sol y playa (aunque también responden a las ofertas culturales) y que, incluso, tienen una segunda residencia en la costa o acuden siempre a los mismos hoteles o apartamentos».

Pero nuestro turismo no deja de lado su fe y según López Navas, su interés en este aspecto es muy alto. «Las colas en el confesonario se multiplican, aquellos que colaboran en sus parroquias de origen suelen ofrecerse a los párrocos para leer las lecturas, hacer la colecta o incluso tocar el órgano. Es decir, que no sólo “utilizan” la parroquia para cumplir con el precepto, sino que buscan integrarse; sienten la parroquia de destino como su segunda parroquia». Para el responsable de turismo, «el reto más grande es trabajar en común y ofertar una atención pastoral del turismo acorde con las exigencias actuales. El mayor logro es ver en las caras de los feligreses de verano (y de todo el año) la acogida y el buen trato de los cristianos malagueños».

Autor: Ana María Medina

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