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D. Jesús Catalá concluye su visita pastoral a Melilla

Publicado: 19/05/2012: 3559

La ciudad de Melilla ha recibido al Sr. Obispo en visita pastoral. D. Jesús Catalá ha participado en la Eucaristía de acción de gracias por el centenario del colegio El Carmen-La Salle y ha visitado la parroquia de la Medalla Milagrosa.

El vicario territorial de Melilla, Roberto Rojo, afirma que «la presencia del Sr. Obispo es muy importante para la Iglesia de Melilla. Es agradable escucharle y que nos aliente en el trabajo pastoral». Por su parte, la directora del colegio El Carmen- La Salle asegura que «la visita de Mons. Catalá es para nosotros un momento de gran gozo. Es una demostración del apoyo que la Diócesis da a la labor de nuestro colegio».

El calendario del fin de semana también incluye una visita especial a la parroquia Medalla Milagrosa, que acaba de ser restaurada.«En Melilla vivimos experiencias únicas» afirma el vicario territorial de Melilla, Roberto Rojo, «hace unos días vino a la parroquia una mujer que quería hacer su testamento y dejar sus bienes a Cáritas. Cuando le pregunté por el motivo de su decisión afirmó que era el único lugar donde la habían acogido y que volvería al día siguiente a la Eucaristía porque había descubierto paz», añade. Es una de las muchas anécdotas que Roberto puede contar de su tiempo en Melilla, del que también destaca que «una característica llamativa de esta Iglesia es el trabajo de convivencia entre las religiones: poder hablar de mi religión con otros abiertamente, porque no se trata de amar sólo al que piensa como yo».

En la ciudad norteafricana hay seis parroquias diocesanas, una castrense, tres congregaciones religiosas, cuatro sacerdotes diocesanos, tres religiosos paúles y dos sacerdotes castrenses. Todos ellos han acogido este fin de semana al Sr. Obispo en su visita pastoral.

UNA PARROQUIA EN UN BARRIO DE MAYORÍA MUSULMANA

Desde hace meses la parroquia Medalla Milagrosa ha estado organizando la visita del Sr. Obispo. En las misas han orado por los frutos pastorales de la misma. El párroco, Javier Velasco del Pozo, destaca «la alegría y la ilusión de los feligreses por ver a su obispo en la parroquia, sobre todo después de la rehabilitación».

–Una de las características a destacar de esta parroquia es la población que acude a ella, ¿no es así?

–El 95% del barrio es de religión musulmana, pero la gente que vivía aquí, aunque se ha mudado, no ha perdido la conexión con la parroquia y la comunidad y siguen viniendo a ella. Es más, el número de feligreses ha crecido. Es una parroquia muy viva, con grupos de adultos, liturgia, jóvenes, niños, banda de música, asociación Medalla Milagrosa, hermandad y cofradía. También cabe destacar que a la parroquia pertenece el Colegio El Carmen-La Salle, que colabora con ella en todo y participa en la Eucaristía en la que participan los niños.

–Acaba de ser restaurada, ¿en qué ha consistido el proceso?

–Quizás parezca raro pero, la mejor restauración que ha vivido la parroquia es la del aumento de fieles, savia nueva. Cuando salgo a celebrar y veo la cantidad de niños, jóvenes y adultos, siempre digo que ellos son lo mejor que tiene este templo. El mejor coro: la risa de un niño o su lloro en mitad de la homilía; el mejor testimonio de fe, los niños que desde pequeños acuden con sus padres a la parroquia y que ves cómo van creciendo, cómo gatean por las escaleras del altar mayor; la mejor imagen: una comunidad donde todos se cuidan. Por otro lado, la restauración del templo ha durado seis años y ha quedado genial. Concluyó el 15 de de abril con la pintura exterior e interior. Se ha renovado desde el Sagrario hasta el altar mayor y los retablos. Una renovación integral que ha sido posible gracias a los feligreses y la colaboración de la Ciudad Autónoma.

–¿Una agenda apretada para este día?

–Todos los actos son importantes, pero quizás el más esperado es la celebración de la confirmación, pues hace mucho tiempo que no se celebra este sacramento en la parroquia y el grupo que lo va a recibir es muy variado. La visita pastoral es sencilla, pues no hemos querido apretar más la agenda del Sr. Obispo. El consejo parroquial la elaboró y D. Jesús la aceptó, eso sí, pidió sentarse en el confesonario para administar el sacramento de la reconciliación a los feligreses.

Autor: Inmaculada Prieto

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