Junto a este “Cristo, lagar místico” podemos ver piezas de orfebrería del siglo XVIII como un cáliz de la parroquia de la Santa Cruz de Teba; un copón del Convento de Sta. Clara y un portaviático, de la parroquia de San Sebastián, de Antequera.

Cristo muerto

El lienzo en el que nos vamos a centrar «representa el momento de la muerte de Cristo, con María Magdalena a sus pies, una vez que ha descendido de la cruz. Vemos su cuerpo inerte sobre unos almohadones y envuelto en una sábana».

Se trata, como explica el director de ArsMálaga Palacio Episcopal, el sacerdote Miguel Gamero, de «un cuadro alegórico, porque no sólo representa a Cristo muerto después de la cruz, sino que también hace una alegoría de la Eucaristía, igual que el Buen Pastor del Siglo XVIII, procedente de las Carmelitas Descalzas de Antequera, que vimos hace unas semanas. En aquella imagen, del costado del
Buen Pastor nacía la Eucaristía. Aquí tenemos la misma idea, pero expresada como Cristo muerto. De su costado, surge la sangre pero también tres tallos de los dos elementos de las especies eucarísticas que se entrelazan entre sí. Uno es el trigo y otro es la vid. Si nos fijamos bien, podemos ver las uvas, las hojas de parra y las espigas de trigo. Sobre estos tallos aparecen las palabras de la consagración: Hoc est corpus meum, es decir, “Esto es mi cuerpo”. Por último, podemos ver cómo los frutos de esos tallos se transforman: las uvas, en vino; y el trigo, en la Forma Eucarística».

Ficha de la obra

Título: Cristo Lagar Místico
Autor: Anónimo
Fecha: S. XVII
Material: Óleo sobre lienzo
Procedencia: Abadía del Cister, Málaga