NoticiaOpinión Sobre el cristianismo necesario · Autor: Jorge Fuembuena Publicado: 26/06/2021: 17164 El cristianismo contiene un potencial transformador tremendo cuando es fiel a su fundador. La renovación de la presencia cristiana llega cuando se encarna el Evangelio con todas las consecuencias El movimiento social generado por la propuesta de Jesús de Nazaret ha buscado cómo encarnarse en las sociedades y ha sido determinante en el devenir de las sociedades hasta el punto de pretender ser emulado para alcanzar popularidad. ¿Un ejemplo? Cuando el emperador Juliano decide restaurar y reformar el paganismo se inspiró en el cristianismo. De hecho, pretendió que los sacerdotes del Imperio Romano promovieran el amor a la divinidad y al prójimo. Juliano escribía en una de sus cartas que el único aspecto que le impresionaba del cristianismo era la actividad caritativa. Los galileos, así llamaba a los cristianos, lograron con ello, creía él, su popularidad; por tanto, se les debía emular y superar. Pero claro, una estructura social sin referencia a Dios en algún momento se derrumbaría. Ocurrió, ocurre y ocurrirá: imperios, organizaciones, sociedades han sucumbido al estar construidas sobre paradigmas meramente humanos, horizontales, inmanentes. Si la construcción humana no tiene referencia a la Trascendencia se diluirá en el tiempo. Es el riesgo de iniciativas y movimientos que surgen bajo el paraguas de un pretendido cristianismo y que alimentan intereses diametralmente opuestos a los de Cristo. De hecho, la purificación y renovación de la presencia cristiana llega cuando se prescinde de pretensiones mundanas; cuando se encarna el Evangelio con todas las consecuencias. Esto no se consigue de la noche a la mañana. Por eso, difícilmente una sola generación podrá ver los frutos o los fracasos. Y esto es importante tenerlo en cuenta a la hora de la gestión de las realidades eclesiales de cualquier índole. Recordemos que si los cristianos escoran, desdibujan o desfiguran el mensaje del Evangelio en algún momento el cristianismo dejará de ser significativo para el avance de las sociedades. También la malagueña.