Cristina Suárez participó apoyando al equipo coordinador de la delegación de Juventud de la Diócesis de Málaga. «Para mí ha sido una suerte, porque la calidad humana, espiritual y la entrega de este grupo, coordinado por Salva Gil, es admirable». Cristina da gracias a Dios por este regalo, como por el de preparar y conducir un taller titulado “Música y Evangelización”. «Una vez más pude comprobar cómo los jóvenes sienten la necesidad de encontrarse y seguir a Cristo, y la música es un medio ideal para ello».

De los momentos vividos, de este “ir y venir de más de 4.500 jóvenes con un mismo sentir y una misma fe”, Cristina se queda con las catequesis de los obispos, las oraciones y las celebraciones conjuntas. «Aún resuena en mi corazón la homilía tan bonita que nos dio Paco González, la gran vigilia final con la conexión en directo con Rio de Janeiro y las palabras de nuestro querido papa Francisco».

Pedro José Millán es profesor del colegio de San José de la Montaña, consagrado y miembro del equipo permanente de la delegación de Infancia y Juventud. Como Cristina, ha dirigido un taller. Bajo el título “Flashback” los participantes recordaban momentos y personas que han pasado por su vida dejando huella. «Utilizamos chocolate de 4 sabores para ir “degustando” los recuerdos dulces y amargos. Más de uno se emocionó con esta dinámica» cuenta Pedro.

Su experiencia en El Rocío es muy positiva: «Hemos respirado buen ambiente desde el principio: ilusión, alegría y muchas ganas de compartir la fe. Expectantes por saber cómo se desarrollarían las distintas actividades y por cuál sería el mensaje del Papa». Para Pedro ha sido muy importante el poder compartir estos días con los jóvenes del colegio y, además, con otras realidades diocesanas.