Publicado: 11/12/2012: 1437

Cada mañana, o casi todas las mañanas, si miramos al cielo descubrimos las claras del día. Es uno de los momentos más bellos que el día nos regala sobre todo si podemos disfrutar de una jornada clara, limpia y sin amenaza de lluvia. Es uno de los momentos más bellos que el día nos ofrece y además un momento repleto de simbolismo.

En medio de la oscuridad progresiva y casi sin darte cuenta se abre paso, a dentelladas fuertes y calientes, como escribiese el poeta, la luz.  Venimos de la noche y estrenamos la aurora, un amanecer que nos ofrece centenares de posibilidades de vivir intensamente la fe.  Y hacerlo desde la conciencia de que nos visita el sol que nace de lo alto para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. 

Cada amanecer nos visita la ternura de Dios de una manera explícita, sobre todo si tomamos conciencia de que en Dios somos, nos movemos y existimos.  Vivir la experiencia de Dios que cada mañana te impulsa a vivir de una manera bella es un privilegio.  Supone descubrir una nueva dimensión en la vida.  Máxime porque nos introducimos en el misterio de Dios.  Pretender definir a Dios es además de una osadía, una arrogancia por parte del hombre.  Pero vivir en Dios, saber que no necesitamos la fe para vivir, sino que creyendo vivimos es una experiencia a la que sólo tiene acceso el ser humano cuando toma conciencia de quién es realmente. 

Como te decía es una alegría poder experimentar la llegada de las claras del día a nuestra nueva jornada y si me apuras es un verdadero espectáculo contemplar la salida del sol; para los que vivimos cerca del sol ver cómo madruga el sol para saludarnos regalándonos infinidad de tonalidades.  Todo un símbolo de la necesidad de luz que tenemos para nuestros días.  La luz de la mirada y la alegría  que brota de los corazones no se puede entender sin luz interior; esa que aporta la experiencia de Dios, esa que descubrimos cuando alimentamos la fe.  Algo que es posible si diariamente entramos en comunicación con el misterio de Dios.

Autor: diocesismalaga.es


Rafael J. Pérez Pallarés

Rafael J. Pérez Pallarés es sacerdote diocesano y Delegado Diocesano de Medios de Comunicación. Todas las mañanas presenta y dirige el programa de Canal Sur Radio y Radio Andalucía Información “Palabras para la vida”, un programa fruto de los acuerdos entre RTVA y los obispos andaluces.

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