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Las brasas de la oración

Detalle de un ángel, con brasas encendidas en las manos, en el facistol del coro de la Catedral de Málaga.
Publicado: 20/11/2024: 634

Facistol

Una vez más, apelamos a la observación de los lectores de DIÓCESISMÁLAGA, para que reparen en los relieves contenidos en los chaflanes del facistol, que es como se denomina el gigantesco atril que se encuentra ubicado en el centro de la sillería coral de nuestra Catedral.

Costeado por el obispo Alonso de la Cueva-Benavides, fue tallado hacia 1654 por un artífice llamado Fernando Ortiz. Este conjunto, en forma de pirámide truncada, tenía como uso servir de anaquel para los grandes libros de música que eran empleados para el rezo de las horas canónicas y cuya lectura se facilitaba a los celebrantes gracias a que el cuerpo central es giratorio.

En todo caso, en esta ocasión nos detendremos a reparar en las parejas de ángeles representados en él y que sostienen ascuas encendidas sobre sus manos. Es una alegoría de cómo ellos hacen suyas las oraciones de los hombres y las presentan, purificadas, ante el trono del Altísimo. Esta idea queda plasmada a la perfección en boca del profeta Isaías: «Voló hacia mí uno de los serafines con una brasa en la mano, que con las tenazas había tomado del altar, y tocó mi boca y dijo: He aquí que esto ha tocado tus labios, se ha retirado tu culpa y tu pecado está expiado» (6, 6-7).  Igualmente, en el libro del Apocalipsis se lee: «Y, por mano del ángel, subió delante de Dios la humareda de los perfumes con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el badil y lo llenó con brasas del altar y las arrojó sobre la tierra» (8, 3-5).

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Alberto J. Palomo

Archivo Catedralicio

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