NoticiaConoce la Catedral Las cruces de consagración Publicado: 11/05/2022: 6963 Grabadas en las mismas piedras que conforman los pilares de las naves, se pueden observar repartidas por todo el entorno de la Catedral doce cruces que, además y para mayor realce, se encuentran pintadas de rojo. Hay quienes las toman por las señales de un antiguo Via Crucis, pero en realidad se trata de las cruces que conmemoran la consagración de esta iglesia. Dicha consagración se celebró el 31 de agosto de 1588, por mano del obispo Luis García de Haro y Sotomayor, quien impuso su voluntad en este sentido, porque los canónigos del momento preferían que la ceremonia se hubiese celebrado con la construcción más adelantada. Sea como fuere, en la mañana de ese día, entre otras muchas y elaboradas ceremonias que comenzaron en el exterior del edificio, el citado prelado, llegado el momento, procedió a bendecir el agua con sal, el vino y la ceniza, tras lo cual consagró el altar principal y, tras completar tres vueltas por todo el recinto en honor de la Santísima Trinidad (entonces restringido al espacio de la cabecera), ungió con el santo crisma la docena de cruces insertas en las columnas, para significar cómo los discípulos de Jesús inflamaron y ungieron los corazones de los hombres al amor de Dios. Mientras, varios de los ministros se ocupaban de adornar el altar con todo lo necesario para celebrar la primera Misa de la nueva Catedral. Los antiguos tratadistas explicaban que estas cruces venían a recordar a los apóstoles que predicaron por todo el mundo a Cristo crucificado, y para impedir que los demonios tuvieran el atrevimiento de penetrar en suelo sagrado. Actualmente, en la víspera y día del aniversario de esta consagración, se encienden cirios ante todas estas cruces, en recuerdo de dicha efeméride y de la santidad del templo. Alberto J. Palomo Cruz