NoticiaConoce la Catedral ¿Y dejas, Pastor Santo, a tu grey? Publicado: 13/05/2024: 4229 Han pasado cuarenta días justos y nos preparamos para celebrar la Ascensión del Señor a los cielos, ilustrado en esta ocasión por el magnífico lienzo que, sobre este pasaje, obra de Juan Niño de Guevara. El afamado pintor Juan Niño de Guevara realizó esta obra hacia 1665 por encargo del prebendado Juan de Zamora. Fue donado para adornar uno de los altares de la capilla de Santa Bárbara, donde sigue. Un recinto que, antaño, contaba con capellanes propios cuya actividad y cultos celebraban casi de forma autónoma con respecto al Cabildo. La pintura se ajusta a la simbología que los tratadistas recomendaban para plasmar el momento en el que Cristo sube al Padre en presencia de sus discípulos, tras prometerles el envío del Espíritu Santo (Lc 24, 50-55). De esta forma Jesús, equiparado como el nuevo Sansón que cargó con las puertas de la ciudad celeste figurada en la cruz, gravita en el espacio con los brazos extendidos recordando su crucifixión. Con estas mismas pautas, viste un sudario en vez de la túnica de la que fue despojado en el Calvario. Los apócrifos cuentan que dejó caer esta prenda en cuanto quedó ocultado por la nube, algo que despertó en siglos pasados el interés de saber el paradero de semejante reliquia. Hasta las últimas reformas litúrgicas, se apagaba el cirio pascual en este día de la Ascensión, justamente al concluir la proclamación del Evangelio, para significar esa aparente ocultación de Cristo a los ojos visibles, aunque siempre presente en los sacramentos de la Iglesia y en los corazones de los creyentes. Alberto Palomo