NoticiaColaboración Muñecos de madera // J. BRAVO Publicado: 25/04/2019: 11624 El periodista Manuel Montes Cleries reflexiona sobre las imágenes sagradas que se procesionan en Semana Santa. La pasada semana escuché a un malintencionado, denominar a las imágenes que se procesionaban como “muñecos de madera”. Creo que siempre que se intenta ofender a las Imágenes Sagradas, al iconoclasta de turno, le sucede como el que escupe hacia arriba. No llega el “regalito” a su destino y le cae encima. No me siento especialmente ofendido ante este desprecio hacía nuestras creencias. Sufro más cuando el atentado es contra las personas que son la imagen del Cristo Resucitado. Como dice la carta a los Corintios: “Si Él no hubiera resucitado, vana es nuestra fe”. Cristo ha resucitado en los pobres, en los marginados, en los que están o se sienten solos, en las mujeres maltratadas, los niños abandonados, en las familias rotas, en los que están al otro lado de las barreras... y tantos y tantos cristos vivos que nos encontramos a diario mientras cantamos “con vosotros están y no les conocéis”. Cuidamos con esmero la veneración y el culto a las imágenes que son una representación física de Jesús y María –y algunos de sus apóstoles- que sufrieron una Pasión. Ahora también debemos atender a su legado desde la Cruz: que evitemos que siga pasando un calvario cada día en el cuerpo de los más queridos por Él. Espero que esos que están luchando por convertirse en nuestros dirigentes políticos, se preocupen de ser un ejemplo para los demás de aquello que predican, en caso contrario se convertirán en unos muñecos vivos que se muevan al compás de sus propios intereses. Esos “muñecos de madera” que veneramos son imágenes de aquellos a los que tenemos que imitar en su estilo de vida y en su dignidad ante las dificultades y la persecución. Para mí, siguen representando la imagen del hermano que me espera cerca con la necesidad de ser querido. Lee más artículos de Manuel Montes Cleries aquí.